Renault integra la aplicación Waze en su nuevo sistema de multimedia

Si bien la aplicación de navegación Waze ya se puede utilizar en muchos vehículos mediante la compatibilidad con los sistemas Apple CarPlay o Android Auto de los smartphones de última hornada, Renault es la primera marca de automóviles que la integra directamente en el sistema multimedia de sus vehículos, de momento solo en el nuevo SUV Austral y el compacto Mégane E-Tech Eléctrico.

Si bien la aplicación de navegación Waze ya se puede utilizar en muchos vehículos mediante la compatibilidad con los sistemas Apple CarPlay o Android Auto de los smartphones de última hornada, Renault es la primera marca de automóviles que la integra directamente en el sistema multimedia de sus vehículos, de momento solo en el nuevo SUV Austral y el compacto Mégane E-Tech Eléctrico.

Esto es un gran valor añadido para el sistema OpenR-Link de la firma francesa, que ya de partida integra de manera nativa las aplicaciones de Google. Esto quiere decir que tanto estas soluciones como Waze se pueden usar sin tener que conectar un teléfono móvil.

Con la aplicación Waze, una de las más valoradas por los usuarios a la hora de viajar, el conductor tiene acceso a la información del tráfico en tiempo real, dado que la aplicación avisa de cualquier tipo de incidencia como retenciones, vehículos averiados o accidentados, radares, etc., y además se puede compatibilizar al mismo tiempo con otras funcionalidades del coche.

Para utilizar Waze en los modelos en los que está disponible, solo hay que descargar e instalar la aplicación directamente desde Google Play a través del sistema multimedia o desde My Renault, la aplicación móvil de la marca. Eso sí, hay que crearse una cuenta, pero también se puede utilizar una ya creada, así de fácil.

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El nuevo Renault Mégane es otra historia: crossover y 100% eléctrico

Poco o casi nada tiene que ver el nuevo Mégane, conocido como E-Tech , con el actual de combustión, que, no obstante, se seguirá fabricando en España.

Poco o casi nada tiene que ver el nuevo Mégane, conocido como E-Tech, con el actual de combustión, que, no obstante, se seguirá fabricando en España. Aunque ambos convivirán todavía un tiempo, la quinta generación del compacto de Renault, que el fabricante francés presenta ahora, es otra historia porque rompe por completo con la filosofía, el estilo, las formas y las posibilidades de uso de uno de los modelos más importantes de su catálogo.

Ubicado en un segmento de mercado que supone en España cerca de la mitad de las ventas, el nuevo Mégane es diferente, de entrada y fundamentalmente porque es cien por cien eléctrico y se ofrece con dos motores de 130 y 220 CV y dos baterías de 40 y 60 kWh. Su precio de partida arranca en los 35.200 euros, sin contar ayudas del plan Moves III ni promociones de la marca. También se puede adquirir a través de un sistema de pago por cuotas. Entre otros, el Volkswagen ID.3, el Citroën ë-C4 y el Nissan Leaf son los principales competidores del superventas de Renault.

El Mégane E-Tech monta la plataforma CMF-EV de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi dedicada a los vehículos 100% eléctricos. Una de las principales ventajas de este chasis es que ubica las baterías en la parte inferior del suelo, con un grosor de solo 11 centímetros. Su bajo centro de gravedad confiere al coche altas dosis de agilidad, sobre todo en carreteras con curvas, tal y como pudimos comprobar en las pruebas de la presentación internacional a los medios de comunicación.

Una berlina con estilo crossover

El nuevo modelo eléctrico de Renault sigue siendo un coche compacto por tamaño, pero se presenta ahora con los rasgos estéticos de un crossover. Mide 4,2 metros de longitud y, aunque es 6 centímetros más alto que la versión de combustión, tiene una altura de solo 1,5 metros que le permite una buena aerodinámica y le da unos aires deportivos. Con sus llantas de hasta 20 pulgadas y algunos detalles cromados, junto a sus espectaculares luces led, es un coche que en la calle llama la atención a simple vista.

Su altura, junto a la distancia entre ejes de 2,7 metros que permite el chasis, y la posición muy esquinada de las ruedas convierten al Mégane E-Tech en un coche amplio en su interior, habitable y cómodo. Ofrece hasta 440 litros de volumen en su maletero, ampliables a los 1.332 con los asientos traseros abatidos, a los que se suman otros 32 litros bajo el suelo para guardar los cables de carga. No incluye rueda de repuesto.

El interior del crossover francés está cuidado, con materiales de buena calidad y acabados mejorados. Incluso cuenta con inserciones de madera, no réplicas, en los paneles superiores de las puertas.

Quizá, lo que más llama la atención al sentarse al volante son sus dos grandes pantallas digitales, una de 12 pulgadas para la instrumentación y otra de 12,3 junto al volante y dominando el salpicadero para el control de los datos multimedia y la navegación que el nuevo modelo realiza a través de Google. El Mégane ofrece la posibilidad de incorporar todos los servicios del buscador de internet, compatible por otra parte con Android Car y Apple Car Play.

Silencioso y sin emisiones de CO2 en su marcha, el nuevo modelo de Renault cuenta con un motor eléctrico en dos versiones. Una de acceso, de 130 CV (96 kW) y 250 Nm, y la más potente, de 220 CV (160 kW) y 300 Nm. Esta última le permite una aceleración de 0 a 100 km/h en tan solo 7,4 segundos.

En cuanto a las baterías, se presenta con dos variantes, de 40 y 60 kWh de capacidad, que ofrecen autonomías de 300 y 470 kilómetros, respectivamente. En lo referido a sus tiempos de recarga, en la versión alta es capaz de recuperar hasta 300 km en un punto de corriente continua de 130 kW en solo media hora. En un enchufe doméstico, la operación llevará unas 30 horas. La batería de 40 kWh, por su parte, tarda 20 horas en recargar al completo.

Sus cuatro modos de conducción (Eco, Confort, Sport y Perso) actúan en diversos parámetros, incluida la dureza de la dirección. En ciudad, el Eco es el más adecuado porque supone un importante ahorro de energía, mientras que el Sport aprovecha al máximo las prestaciones del coche y permite una conducción rápida, sobre todo, en carreteras reviradas.

De sus sistemas de ayuda a la conducción, el más novedoso es el control de crucero adaptativo ‘contextual’ que, entre otras cosas, detecta de forma inteligente la aproximación a una rotonda y baja automáticamente la velocidad. También destaca el freno de emergencia marcha atrás o el aviso de llegada de un vehículo cuando un ocupante abre una de las puertas.

Cómodo y silencioso

Al volante, tras una prueba por la Costa del Sol malagueña con la versión más potente, lo primero que llama la atención es la comodidad y el silencio de marcha del Mégane, que ofrece una conducción zen, una especie de paz interior que ayuda a disfrutar del entorno. Diseñado para ser eficiente en su consumo de energía, con una media en la prueba de 18,5 kWh/100 km, su propulsión a pilas no quita para que ofrezca la alternativa de moverse con agilidad y empuje. El Mégane es también un coche divertido, alegre y rápido de conducir. Y con etiqueta Cero de la DGT, no hay que olvidarlo.

Tras el volante, de forma cuadrada, incorpora unas levas que permiten regular la frenada regenerativa en cuatro niveles, de los cuales el más potente permite prescindir del freno en muchas ocasiones.

En cuanto a los acabados, son cuatro: Evolution, Equilibre, Techno y el más alto de gama, denominado Iconic. Aunque ya se admiten pedidos, llegará a los concesionarios en abril con un precio que parte de los 35.200 euros con el motor pequeño, de 130 CV, y sube hasta los 40.200 euros en el modelo con el propulsor más potente. Los saltos entre acabados costarán unos 3.000 euros.

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Andretti llega a un acuerdo con Renault para entrar en la Fórmula 1

La estructura de Andretti está trabajando a destajo para intentar encontrar los apoyos necesarios para conformar su equipo de Fórmula 1 con el que entrar a competir en la categoría reina. Mario Andretti ha revelado que su hijo lo tiene todo previsto para entrar en la Fórmula 1 y tiene lo necesario para encontrar lo necesario para hacer una estructura con solidez para poder convencer a Liberty Media para que haga efectiva su entrada. Andretti ha tenido numerosas negociaciones en los últimos meses y Mario ha confirmado públicamente en recientes declaraciones que la estructura dirigida por su equipo ha llegado a un acuerdo con Renault para que sea su suministrador de motores si finalmente se hace efectiva la entrada del equipo a la parrilla de la Fórmula 1

La estructura de Andretti está trabajando a destajo para intentar encontrar los apoyos necesarios para conformar su equipo de Fórmula 1 con el que entrar a competir en la categoría reina. Mario Andretti ha revelado que su hijo lo tiene todo previsto para entrar en la Fórmula 1 y tiene lo necesario para encontrar lo necesario para hacer una estructura con solidez para poder convencer a Liberty Media para que haga efectiva su entrada.

Andretti ha tenido numerosas negociaciones en los últimos meses y Mario ha confirmado públicamente en recientes declaraciones que la estructura dirigida por su equipo ha llegado a un acuerdo con Renault para que sea su suministrador de motores si finalmente se hace efectiva la entrada del equipo a la parrilla de la Fórmula 1.

Ya cuentan con un acuerdo formal con la marca del rombo y han elegido que la ubicación del equipo sea británica, como prácticamente todos los equipos que conforman la parrilla de la categoría reina. Sin embargo, no se descarta que los monoplazas se fabriquen en la sede del equipo en Indianápolis.

“El equipo se llamará Andretti Global, tendrá base de operaciones en Inglaterra y usará motores Renault”, ha expresado Mario Andretti en una entrevista a IndyStar.

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Test del Renault Mégane E-Tech Híbrido: ¿merece la pena el desembolso?

Aunque el nuevo y flamante Renault Mégane E-Tech Eléctrico se presentará oficialmente y llegará a los concesionarios en marzo, la marca del rombo ha confirmado que las dos últimas generaciones del modelo, cuarta y quinta, o compacto y crossover si se quiere, convivirán durante un tiempo.

Aunque el nuevo y flamante Renault Mégane E-Tech Eléctrico se presentará oficialmente y llegará a los concesionarios en marzo, la marca del rombo ha confirmado que las dos últimas generaciones del modelo, cuarta y quinta, o compacto y crossover si se quiere, convivirán durante un tiempo. Esta decisión, poco habitual cuando se lanza un nuevo modelo, sirve para dar respuesta a distinto público objetivo, pues según Renault los particulares se inclinan más por los modelos tipo SUV y las empresas por berlinas y compactos.

La variante híbrida enchufable del Mégane con carrocería de cinco puertas se empezó a comercializar en España a mediados del año pasado, unos meses después de la variante familiar.

Estéticamente, el modelo compacto no ha perdido vigencia en absoluto, y menos tras la actualización acometida en 2020. Sin duda, la parrilla y las ópticas delanteras en forma de “garra” llaman mucho la atención, igual que los estilizados faros traseros, pero realmente son sus equilibradas proporciones las que juegan el papel determinante en este coche.

Además, con el acabado R.S. Line, los detalles deportivos contribuyen a ensalzar la figura de este Mégane, ya sea por fuera, con los paragolpes específicos y las llantas de 17 pulgadas, como por dentro, en su caso con el volante y asientos deportivos, elementos decorativos cromados y en símil carbono, así como tapicería con costuras en rojo.

Tres motores, 160 caballos

El sistema híbrido E-Tech enchufable de este Mégane es el mismo que el de la versión Sport Tourer, pero también lo comparte con el SUV Captur. Está integrado por un motor gasolina de 1,6 litros y 91 caballos de potencia y dos eléctricos, uno como generador de energía y otro como generador e impulsor, que aportan 160 caballos en total. Los tres están ligados a una batería de 9,5 kWh de capacidad, con lo que este Mégane ofrece 50 kilómetros de autonomía eléctrica, que pueden ampliarse al menos hasta 65 km si se hace un uso exclusivamente urbano, dato importante para la decisión de compra, como luego desarrollaremos.

La “contrapartida” de esta versión está en el peso, que es casi 300 kg superior al de la versión térmica, pero hay que llevar el coche a un límite muy alto para que esto pudiera tener alguna incidencia al volante

Al volante, y acomodados en los envolventes asientos de esta versión R.S. Line de acabado deportivo, tenemos ante los ojos un cuadro digital de 10,2 pulgadas y, en el centro del salpicadero, la vistosa pantalla vertical de 9,3” del sistema de infoentretenimiento.

Desde el cuadro de instrumentos configurable se controla el funcionamiento del sistema híbrido, junto a otros muchos parámetros, y desde la interfaz multimedia se pueden elegir los modos de conducción disponibles: Pure, MySense y Sport, además de las soluciones de navegación, conectividad, sonido, etc. La pantalla táctil ofrece una información muy clara, los menús son sencillos y tiene una magnífica visibilidad, pero la respuesta del software nos parece algo lenta en relación a otros equipos probados, con procesadores más rápidos.

Tecnología contrastada

Volviendo al sistema híbrido, este da prioridad al funcionamiento eléctrico. Mientras haya energía, el modo Pure hace que el funcionamiento sea al cien por cien con esta tecnología, con la consabida respuesta y silencio de conducción, y con una velocidad máxima de 135 km/h.

Con MySense se sigue dando preponderancia al funcionamiento eléctrico, pero ya aparece el motor de combustión bajo alta demanda de potencia o si se activa la opción E-Save, que permite “guardar” hasta un 40% de energía eléctrica para utilizarla en el momento necesario. Claro está, esto hace que gaste más gasolina. El tercer modo es el Sport, que predispone los tres motores para dar las mayores prestaciones, también con la función E-Save disponible.

En este punto hay que decir que la batería, que no es muy grande, recupera energía con bastante rapidez gracias a las deceleraciones y frenadas –la experiencia en Fórmula 1 es un grado– sobre todo con el cambio en posición “B”, que se suma a la “D” del avanzado sistema “multimodo” ideado por Renault para la transmisión automática, el cual funciona de manera suave y con cambios poco perceptibles.

Pero si de recarga de energía hablamos, la gran ventaja es que estamos ante un híbrido enchufable, y en un punto doméstico convencional el proceso solo dura cinco horas, que se recortan a tres en un poste de 3,7 kW.

Lo mejor de un compacto

En el aspecto dinámico, el Renault Mégane es uno de los compactos de referencia, y eso se nota al volante. La “contrapartida” de esta versión está en el peso, que es casi 300 kg superior al de la versión térmica, pero hay que llevar el coche a un límite muy alto para que esto pudiera tener alguna incidencia dinámica. Es decir, que en un uso normal, a velocidades legales, aunque vengan curvas, disponemos de un coche que se defiende estupendamente y es confortable. En cuanto a prestaciones, quizá no tengan la contundencia que se espera de una mecánica de 160 caballos –aquí sí incide el peso–, pero por supuesto son más que suficientes para circular y viajar con total normalidad.

En relación al consumo, hay que analizar distintos momentos, ya que el gasto medio en los primeros 100 kilómetros, con el coche a plena carga, fue de 2,4 litros. Después, utilizándolo como un híbrido “convencional” y aprovechando los modos de conducción y la dinámica para la recarga, mantuvimos un consumo medio de 5,2 litros sin perder prestaciones, y una vez enchufado a la red, de nuevo volvimos al punto de partida.

¿En qué se traduce todo esto? En que si disponemos de un punto de recarga en casa y hacemos menos de 50 km al día (o más en un entorno urbano), que es lo que sucede en una gran mayoría de los casos, disponemos en la práctica de un coche eléctrico, con las ventajas fiscales y de movilidad añadidas de la etiqueta Cero de la DGT.

Junto a ello tenemos un compacto de buena apariencia, cómodo y versátil, con el que se puede plantear un viaje largo sin preocuparse por encontrar cargadores y sin altos consumos, aunque en este contexto la contrapartida está en el espacio del maletero, que por la configuración del sistema híbrido está limitado a los 384 litros incluyendo el útil hueco bajo piso para guardar los cables de carga.

Con ayudas, un precio más razonable

El Renault Mégane E-Tech híbrido R.S. Line sometido a prueba tiene un precio de partida, por la tecnología que atesora, de 34.204 euros, casi 7.700 euros más que la versión equivalente en gasolina, pero con el Plan Moves III puede adquirirse con hasta 5.000 euros de descuento, lo que indudablemente equilibra bastante la balanza. De hecho, si se saca provecho a diario de la tecnología eléctrica, el coste de uso será muy inferior al de su homólogo, con el beneficio adicional de la etiqueta Cero.

Todo ello, además, en un compacto de estética muy atractiva y bien equipado que de serie ya cuenta con luces LED, llantas de 17 pulgadas, cristales traseros tintados, tarjeta manos libres y elementos de seguridad como detector fatiga, regulador velocidad, reconocimiento de señales de tráfico, frenada de emergencia, asistente de carril y detectores de vehículos en ángulo muerto y de tráfico trasero.

FICHA TÉCNICA

Motor: gasolina.

Potencia (kW/CV): 117/160.

Cambio: automático.

Largo (mm): 4.359.

Ancho (mm): 1.814.

Alto (mm): 1.447.

Maletero (litros): 384.

Velocidad máxima (km/h): 175.

De 0 a 100 km/h (seg.): 9,4.

Consumo medio (l/100 km): 1,2 (con la batería cargada).

Emisiones CO2 (gr/km): 28.

Precio (euros): desde 34.204 euros.

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