Conducimos el Opel Grandland Hybrid, un SUV con una autonomía de 65 kilómetros en modo eléctrico

En un momento en el que la electrificación crece como la espuma en el mercado del automóvil , las soluciones híbridas enchufables a día de hoy son, sin duda, las más prácticas y adecuadas. La combinación de un motor térmico con otro eléctrico nos va a permitir circular por lo general entre 50 y 70 kilómetros en modo completamente eléctrico y tener la tranquilidad, en caso de agotar la batería, de disponer del motor convencional para seguir recorriendo kilómetros sin mayores problemas. Todo eso sin olvidar los beneficios de disfrutar de la etiqueta Cero de la Dirección General de Tráfico que permiten aparcar gratis en ciudades como Madrid o poder usar los carriles VAO solo ocupados por el conductor

En un momento en el que la electrificación crece como la espuma en el mercado del automóvil, las soluciones híbridas enchufables a día de hoy son, sin duda, las más prácticas y adecuadas.

La combinación de un motor térmico con otro eléctrico nos va a permitir circular por lo general entre 50 y 70 kilómetros en modo completamente eléctrico y tener la tranquilidad, en caso de agotar la batería, de disponer del motor convencional para seguir recorriendo kilómetros sin mayores problemas.

Todo eso sin olvidar los beneficios de disfrutar de la etiqueta Cero de la Dirección General de Tráfico que permiten aparcar gratis en ciudades como Madrid o poder usar los carriles VAO solo ocupados por el conductor.

En este sentido, Opel no ha querido perder protagonismo y en la última actualización del Grandland ofrece dos alternativas, una de 225 CV (que es la que hemos probado) y otra de 300 CV que ya dispone de tracción total y dos motores eléctricos.

Habitáculo espacioso

Tras el Mokka y el Crossland, los dos SUV de Opel dentro del segmento B, el pasado año le llegó el turno de renovación al Grandland, un modelo de 4,4 metros de longitud que compite con los Peugeot 3008, Toyota RAV4 o Citroën C5 Aircross, entre otros.

Si bien es un modelo que conserva la base estructural y las motorizaciones con respecto a su predecesor, el cambio acometido es bastante profundo por dentro y por fuera, primero para integrarse en la nueva línea de diseño de Opel y, segundo, para adaptarse a las nuevas tendencias tecnológicas y de digitalización que marca el mercado.

Así, lo primero que llama la atención es el frontal “Vizor”, que como en el Mokka y Astra se caracteriza por una ancha barra de color negro, con el logotipo en el centro, que termina con las nuevas ópticas LED en forma de “L” tumbada y con 84 diodos por faro. Además, la posición de la parrilla es más elevada que antes, los paragolpes disponen de entradas de aire verticales más grandes y la parte inferior tiene molduras más vistosas.

Visto de perfil, los cambios no son tan sustanciales más allá de unas nuevas llantas, mientras que el cambio más significativo por detrás es el nombre del modelo inscrito y muy visible en el centro del portón.

Completamente digitalizado

Por dentro, y como hemos apuntado, la digitalización gana terreno gracias al “Pure Panel”. Se trata de dos pantallas dispuestas en serie que hacen las veces de cuadro de instrumentos y de sistema multimedia. El tamaño mínimo de ambas es de 7 pulgadas, pero las versiones más equipadas cuentan con un cuadro de 10” y una pantalla central de 12.

Acompañando a estos elementos, resaltar unos acabados de buen diseño y calidad, y unos asientos ergonómicamente diseñados y ajustables para que el cuerpo, y sobre todo la espalda, sufra lo menos posible. Tampoco podemos dejar de lado el sistema de visión nocturna Night Vision. Opera mediante una cámara infrarroja y detecta peatones, ciclistas o animales a 100 metros de distancia, alertando de su presencia al conductor en el habitáculo.

La oferta mecánica contempla motores térmicos e híbridos. Entre los primeros, un tres cilindros gasolina de 1,2 litros y 130 caballos que se puede asociar a un cambio manual de seis marchas o uno automático de ocho relaciones, y un diésel de cuatro cilindros, 1,5 litros y también 130 CV, en este caso exclusivamente con transmisión automática.

Por encima, sobre todo en potencia, hay dos versiones híbridas enchufables de gasolina, que gracias a una reducción del peso del coche y otros ajustes elevan la autonomía eléctrica hasta los 65 kilómetros, una cifra realmente interesante. Estas versiones van equipadas con una batería de iones de litio de 13,2 kWh que puede recuperar la energía en tan solo 2 horas si se conecta a un poste de 7,4 kW, mientras que en un enchufe convencional doméstico la carga se eleva hasta las 8 horas, un lapso que igualmente permite tener listo el coche para una conducción eléctrica a diario.

225 CV de potencia

Al volante de la versión de 225 CV (fruto de la combinación de un motor térmico turbo de 180 CV más otro eléctrico de 110 CV) hemos podido constatar que el Grandland Hybrid de acceso ofrece un comportamiento muy equilibrado en el que prima el confort e igualmente un gran poder de aceleración y prestaciones que le confiere el potente sistema híbrido. Además, esta variante cuenta con tres modos de conducción, Eléctrico, Híbrido y Sport para adecuar el sistema a cada situación.

El nuevo Opel Grandland Hybrid se estructura en torno a tres acabados, Business Edition, GS Line y Ultimate, y tiene un precio de partida de 44.050 euros sin incluir los descuentos y las ayudas del Plan Moves III que pueden dejar la cifra final en unos 39.000 euros.

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Conducimos el Opel Grandland Hybrid, un SUV con una autonomía de 65 kilómetros en modo eléctrico

En un momento en el que la electrificación crece como la espuma en el mercado del automóvil , las soluciones híbridas enchufables a día de hoy son, sin duda, las más prácticas y adecuadas.

En un momento en el que la electrificación crece como la espuma en el mercado del automóvil, las soluciones híbridas enchufables a día de hoy son, sin duda, las más prácticas y adecuadas.

La combinación de un motor térmico con otro eléctrico nos va a permitir circular por lo general entre 50 y 70 kilómetros en modo completamente eléctrico y tener la tranquilidad, en caso de agotar la batería, de disponer del motor convencional para seguir recorriendo kilómetros sin mayores problemas.

Todo eso sin olvidar los beneficios de disfrutar de la etiqueta Cero de la Dirección General de Tráfico que permiten aparcar gratis en ciudades como Madrid o poder usar los carriles VAO solo ocupados por el conductor.

En este sentido, Opel no ha querido perder protagonismo y en la última actualización del Grandland ofrece dos alternativas, una de 225 CV (que es la que hemos probado) y otra de 300 CV que ya dispone de tracción total y dos motores eléctricos.

Habitáculo espacioso

Tras el Mokka y el Crossland, los dos SUV de Opel dentro del segmento B, el pasado año le llegó el turno de renovación al Grandland, un modelo de 4,4 metros de longitud que compite con los Peugeot 3008, Toyota RAV4 o Citroën C5 Aircross, entre otros.

Si bien es un modelo que conserva la base estructural y las motorizaciones con respecto a su predecesor, el cambio acometido es bastante profundo por dentro y por fuera, primero para integrarse en la nueva línea de diseño de Opel y, segundo, para adaptarse a las nuevas tendencias tecnológicas y de digitalización que marca el mercado.

Así, lo primero que llama la atención es el frontal “Vizor”, que como en el Mokka y Astra se caracteriza por una ancha barra de color negro, con el logotipo en el centro, que termina con las nuevas ópticas LED en forma de “L” tumbada y con 84 diodos por faro. Además, la posición de la parrilla es más elevada que antes, los paragolpes disponen de entradas de aire verticales más grandes y la parte inferior tiene molduras más vistosas.

Visto de perfil, los cambios no son tan sustanciales más allá de unas nuevas llantas, mientras que el cambio más significativo por detrás es el nombre del modelo inscrito y muy visible en el centro del portón.

Completamente digitalizado

Por dentro, y como hemos apuntado, la digitalización gana terreno gracias al “Pure Panel”. Se trata de dos pantallas dispuestas en serie que hacen las veces de cuadro de instrumentos y de sistema multimedia. El tamaño mínimo de ambas es de 7 pulgadas, pero las versiones más equipadas cuentan con un cuadro de 10” y una pantalla central de 12.

Acompañando a estos elementos, resaltar unos acabados de buen diseño y calidad, y unos asientos ergonómicamente diseñados y ajustables para que el cuerpo, y sobre todo la espalda, sufra lo menos posible. Tampoco podemos dejar de lado el sistema de visión nocturna Night Vision. Opera mediante una cámara infrarroja y detecta peatones, ciclistas o animales a 100 metros de distancia, alertando de su presencia al conductor en el habitáculo.

La oferta mecánica contempla motores térmicos e híbridos. Entre los primeros, un tres cilindros gasolina de 1,2 litros y 130 caballos que se puede asociar a un cambio manual de seis marchas o uno automático de ocho relaciones, y un diésel de cuatro cilindros, 1,5 litros y también 130 CV, en este caso exclusivamente con transmisión automática.

Por encima, sobre todo en potencia, hay dos versiones híbridas enchufables de gasolina, que gracias a una reducción del peso del coche y otros ajustes elevan la autonomía eléctrica hasta los 65 kilómetros, una cifra realmente interesante. Estas versiones van equipadas con una batería de iones de litio de 13,2 kWh que puede recuperar la energía en tan solo 2 horas si se conecta a un poste de 7,4 kW, mientras que en un enchufe convencional doméstico la carga se eleva hasta las 8 horas, un lapso que igualmente permite tener listo el coche para una conducción eléctrica a diario.

225 CV de potencia

Al volante de la versión de 225 CV (fruto de la combinación de un motor térmico turbo de 180 CV más otro eléctrico de 110 CV) hemos podido constatar que el Grandland Hybrid de acceso ofrece un comportamiento muy equilibrado en el que prima el confort e igualmente un gran poder de aceleración y prestaciones que le confiere el potente sistema híbrido. Además, esta variante cuenta con tres modos de conducción, Eléctrico, Híbrido y Sport para adecuar el sistema a cada situación.

El nuevo Opel Grandland Hybrid se estructura en torno a tres acabados, Business Edition, GS Line y Ultimate, y tiene un precio de partida de 44.050 euros sin incluir los descuentos y las ayudas del Plan Moves III que pueden dejar la cifra final en unos 39.000 euros.

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Lo hemos visto y tocado: el nuevo Opel Astra eleva claramente su nivel

Tras el anuncio de su lanzamiento, lo cierto es que teníamos ganas y curiosidad de tenerlo ante nuestros ojos, tocarlo y conocer los detalles de la sexta generación del Astra, aunque la presentación era estática y todavía no hemos podido conducirlo. Como país matriz, Alemania tiene mucho que decir en este modelo, ya que, aunque Opel pertenece a la corporación Stellantis y la plataforma (EMP2) es común a todas las marcas, muchas características son obra y gracia de ingenieros y diseñadores germanos

Tras el anuncio de su lanzamiento, lo cierto es que teníamos ganas y curiosidad de tenerlo ante nuestros ojos, tocarlo y conocer los detalles de la sexta generación del Astra, aunque la presentación era estática y todavía no hemos podido conducirlo.

Como país matriz, Alemania tiene mucho que decir en este modelo, ya que, aunque Opel pertenece a la corporación Stellantis y la plataforma (EMP2) es común a todas las marcas, muchas características son obra y gracia de ingenieros y diseñadores germanos.

Quizá por eso la estética del nuevo Astra de cinco puertas (más adelante habrá una familiar) es así de sobria, angulosa, musculosa y atractiva, muy diferente a su predecesor salvo en las dimensiones, que son prácticamente las mismas, pero con 5 cm más de anchura y con la posibilidad de acoger diferentes tecnologías de propulsión, como veremos.

En el frontal destaca el Opel Vizor, el recurso de diseño para la parrilla que estrenó el Opel Mokka y que consiste fundamentalmente en una ancha franja negra que va de faro a faro, unas ópticas LED que se iluminan en forma de “L” tumbada en su configuración de luz diurna y que da mayor sensación de anchura al coche. También destaca la gran nervadura central del capó, mientras que el lateral sigue una línea fluida, ensanchada delante y detrás, con llantas de hasta 19 pulgadas y una parte trasera limpia, de nuevo con faros LED horizontales y el logotipo en el centro que hace las veces de tirador para abrir el maletero.

Estas son las características comunes, ya que Opel ha querido dar a cada uno de los acabados, Edition, Elegance, GS Line y Ultimate, características propias de diseño para que queden diferenciados.

El diseño por dentro no tiene nada que ver con lo hasta ahora conocido en el Astra, y también se diferencia del más desenfadado Mokka, aunque comparte con este las dos pantallas digitales de 10 pulgadas presentes (Pure Panel), una para el cuadro de instrumentos y otra para el sistema multimedia, que hacen un pequeño ángulo para quedar mejor orientadas al conductor.

En la consola central hay dispuestos varios botones físicos para las funciones más importantes y para la climatización, lo que siempre se agradece para no depender en exclusiva de la pantalla digital, que por cierto tiene una interfaz bastante clara. En el túnel central, entre los asientos de piloto y copiloto, se ubican los mandos del cambio, que era automático en las unidades de exposición. El mando es el mismo que el de otros modelos de Stellantis, como el Citroën C4, y quedan flanqueados delante y detrás por dos huecos portaobjetos con tapa deslizante, uno de ellos para la carga inalámbrica de móviles.

Los asientos tienen una estructura y diseño ergonómico para que la espalda sufra lo menos posible en usos prolongados, y hay dos tipos, uno que prima el confort y otro, de orientación deportiva, con mayor sujeción lateral del cuerpo.

En cuanto al espacio del habitáculo, para ser un coche compacto no hemos observado ni estrecheces ni limitaciones en las plazas traseras, mientras que el maletero, con una capacidad de 422 litros (380 las versiones híbridas), sobre todo destaca en profundidad.

La nueva plataforma del Astra favorece que las opciones mecánicas sean multitecnológicas, esto es, que pueda montar motores térmicos, híbridos e incluso eléctricos, aunque para esto último aún habrá que esperar a 2023. De todos modos, la gran novedad en este lanzamiento –los pedidos ya se han abierto, pero tardará unos meses en llegar a los concesionarios– son las versiones híbridas enchufables (PHEV), que tienen dos niveles de potencia, 180 y 225 caballos, y autonomías eléctricas en torno a los 60 kilómetros (además de la etiqueta Cero de la DGT, claro).

El resto de la oferta inicial se compone de motores gasolina de 1,2 litros y 110 o 130 caballos, y una turbodiésel de 1,5 litros y 130 CV, los más potentes con opción de equipar un cambio automático de 8 velocidades.

En un coche tan moderno, y como es esperable, la dotación tecnológica en términos de confort y seguridad es grande, empezando por el sistema IntelliLux de luces matriciales adaptables con 84 diodos por faro, una gran evolución del anterior.

También es destacable el nuevo y más completo sistema Head-Up Display o, por supuesto, el sistema IntelliDrive para una conducción semiautónoma, con soluciones como el control de crucero adaptativo con centrado de carril, que ahora también funciona en curvas y se adecúa a las señales de tráfico (solo en versiones con cambio automático); la alerta de vehículos en el ángulo muerto de largo alcance, la útil alerta de tráfico trasero cruzado con función de frenado y las cuatro cámaras para el sistema de visión en 360 grados.

El precio de venta del nuevo Opel Astra, sin descuentos, arranca en los 22.700 euros de la versión gasolina de 110 caballos, mientras que las versiones híbridas parten de los 33.100 euros.

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Toyota Land Cruiser BJ40 de 1979 vs. actual: el mito frente a su historia [vídeo]

El Toyota Land Cruiser Serie 40 , como el BJ40 que hemos podido probar, podría considerarse el coche más importante de la historia de Toyota. No es el más vendido, tampoco el más conocido, pero fue el vehículo que puso a Toyota en el mapa del mundo como una marca universal de coches indestructibles, fama que aún arrastra a día de hoy. ¿Que te parece si lo probamos frente a la última generación del propio Land Cruiser

Toyota Land Cruiser Bj40 Vs Moderno  thumbnail

El Toyota Land Cruiser Serie 40, como el BJ40 que hemos podido probar, podría considerarse el coche más importante de la historia de Toyota. No es el más vendido, tampoco el más conocido, pero fue el vehículo que puso a Toyota en el mapa del mundo como una marca universal de coches indestructibles, fama que aún arrastra a día de hoy. ¿Que te parece si lo probamos frente a la última generación del propio Land Cruiser?

En la historia del 4×4 existe un “póker” de todoterrenos históricos que todo aficionado debería conocer. Por orden histórico y según mi criterio de importancia, serían el Willys Overland (Jeep) de 1941, el Land Rover Serie I de 1948, el Toyota Land Cruiser Serie 40 de 1960 y el Mercedes Clase G de 1979. Estos 4 vehículos han definido lo que es un todoterreno, tanto militar como civil, durante los últimos 80 años de automovilismo y hoy es un día muy especial porque vamos a probar uno de ellos.

Nuestra unidad ha sido cedida por la empresa Classic Land Cruiser, un taller especializado en restauración de 4×4 clásicos de las marcas Toyota y Land Rover, cuyos talleres se encuentran al norte de Madrid.

Vamos a situarnos: breve historia del Toyota Land Cruiser

La historia del Toyota Land Cruiser comienza en 1951, hace 70 años, con un vehículo llamado Toyota Jeep BJ, construido para uso militar y basado en el Jeep americano de la segunda guerra mundial. El Toyota Jeep BJ empezó a llamarse Toyota Land Cruiser a partir de 1954 porque la palabra Jeep había sido registrada por Willys Overland. Y se produce aquí un curioso paralelismo entre el Jeep americano, el Defender británico y el Land Cruiser japonés: los tres coches son más antiguos que su propio nombre.

Toyota Jeep Bj

Tras el Jeep BJ renombrado como Land Cruiser llegó la serie 20 en 1955. Era una versión muy mejorada del original, de aspiración civil tanto como militar, que ya nos conduce directamente a nuestro clásico de hoy.

Toyota Land Cruiser Serie 20

La serie 40 se vendió entre 1960 y 1984 se fabricaron más de un millón de unidades durante 24 años. Por muchos Corollas que haya vendido Toyota en el mundo, este es, en mi opinión personal, el coche más importante de toda la historia de la marca y el que convirtió a Toyota en lo que es hoy: una marca universal de coches indestructibles.

Toyota Land Cruiser Serie 40

La serie 40 de Toyota era más potente y más fiable que el Land Rover británico, así que rápidamente le ganó la partida en Europa, Asia, África, América y Oceanía creando la imagen de marca fiable que aún perdura hoy en día.

Después de recorrer su historia… ¿qué os parece si le echamos un vistazo?

Toyota Land Cruiser Bj40 Restaurado

Ver la galería completa en Diariomotor

Diseño exterior del Toyota Land Cruiser BJ40

Comenzando por el frontal, llama la atención el carisma y la personalidad infinita que tiene. Posiblemente es debida a sus faros redondos (todos los grandes clásicos tienen los faros redondos) y a los intermitentes sobre las aletas delanteras. Otra de las claves es su prominente defensa, en la que se aprecia el final del chasis de doble larguero y el anclaje de las ballestas. Eso sí, la seguridad para peatones en caso de atropello no es precisamente su punto fuerte.

El BJ40 ofrece un generoso ángulo de ataque pero, si éste no fuese suficiente, siempre podríamos apartar la tierra que sobre con la defensa delantera y las puntas del chasis.

Toyota Land Cruiser Bj40 Frente

Otra de las claves del coche son sus proporciones. Es un coche corto y alto y en este caso está algo elevado y lleva una rueda ligeramente más grande que la original (235/85 R16) que roza las 32 pulgadas de diámetro, lo que le aporta un plus estético increíble sin dejar de llevar los ejes originales.

Toyota Land Cruiser Bj40 Lateral Izquierdo

En la parte trasera brillan con luz propia el neumático a la izquierda y las chapas de TOYOTA 4 Wheel Drive a la derecha, así como las dos defensas de acero ultra-resistentes.

Toyota Land Cruiser Bj40 Trasera

Es curioso que en un coche de menos de 4 metros de longitud tengan cabida hasta 7 ocupantes, pero en este caso es así gracias a las 3 plazas delanteras y los bancos traseros para otros cuatro pasajeros. Por supuesto, la seguridad no es un factor tenido en cuenta en el diseño del coche que, por no llevar, no lleva ni cinturones de seguridad. Cualquier vuelco y casi cualquier accidente grave sería mortal en este coche.

Toyota Land Cruiser Bj40 Interior Pasajero

Diseño interior del Toyota Land Cruiser BJ40

En el interior, nos encontramos con la simplicidad que suele caracterizar a estos coches de trabajo. Un volante de aro fino y una chapa detrás a modo de salpicadero con agujeros para los pocos botones es todo lo que necesitamos.

Un detalle curioso y muy significativo del BJ40 es que la chapa que hace de salpicadero tiene dos troquelados simétricos a izquierda y derecha: en uno se incrusta el cuadro de mandos y en el otro está la guantera. La razón de esta simetría no es otra que la de poder fabricar coches con el volante a la izquierda y a la derecha cambiando el mínimo número de componentes: el salpicadero sería el mismo. Eso explica también porqué el botón de los calentadores de gasoil y el tirador de ahogo están lejos del conductor: es porque en Japón se conduce a la inversa y el coche está pensado para llevar el volante a la derecha en primer lugar, con lo que esos dos mandos básicos te quedarían junto al volante.

Es una pena que nuestra unidad lleve el salpicadero vinilado ya que esa chapa en color de la carrocería es una belleza (para mi gusto) pero cada propietario tiene su propio criterio.

Toyota Land Cruiser Bj40 Intermitente

Toyota Land Cruiser BJ40 en carretera

Arrancamos el BJ, no sin antes presionar durante 10 segundos el botón de precalentamiento, y nos ponemos en marcha. El embrague es duro, pero la palanca de cambios va como la seda: recorridos muy largos pero precisos y una sensación de solidez increíble al engranar cada marcha, incluso la marcha atrás o la palanca que controla la caja transfer. Impresionante.

A partir de aquí, es un coche ruidoso, extremadamente incómodo, la dirección es muy imprecisa y el comportamiento en curva es terrorífico. En definitiva, se conduce como un camión más que como un coche, ya que las velocidades son siempre bajas y la entrada en curvas es necesariamente muy lenta para mantener el control del vehículo.

Pero este es el encanto de los clásicos: el sonido, el tacto, el viento… todo compone una experiencia única y emocionante, convirtiendo cada trayecto en una aventura. Es genial.

Toyota Land Cruiser Bj40 Vs Nuevo Trasera

Algunos datos comparativos entre antiguo y moderno

Antes de entrar en el circuito 4×4, veamos algunos datos comparativos entre el Land Cruiser moderno y el BJ40. Partiendo de bloques diésel de similar cilindrada, el nuevo Land Cruiser consigue más del doble de potencia más del doble de par y os aseguro que también consigue un menor consumo, ya que el BJ traga un montón. No quiero ni pensar lo que puede consumir la versión FJ40 de gasolina con 6 cilindros…

Características técnicas Land Cruiser 3P WXL Land Cruiser BJ40
Cilindrada 2.755 cm3 2.977 cm3
Cilindros 4 4
Transmisión 6V auto + reductora 4v manual + reductora
Tracción 4×4 permanente 4×4 conectable
Potencia max 177 CV 80 CV
Par max 450 Nm

En cuanto a las medidas, el nuevo Land Cruiser es claramente más largo, claramente más ancho, pero si tuviese techo el BJ40 sería más alto que el nuevo. La diferencia de masas rondaría la media tonelada, sobre todo por culpa de las medidas de seguridad estructurales que incorpora el moderno Toyota.

Medidas Land Cruiser 3P WXL Land Cruiser BJ40
Largo 4.565 mm 3.915 mm
Ancho 1.855 mm 1.665 mm
Alto 1.845 mm 1.955 mm
Batalla 2.450 mm 2.285 mm
Altura libre 205 mm 210 mm
Masa EOM 2.065 kg 1.600 kg aprox

Y ahora sí, vamos a ver de qué son capaces en nuestro circuito

Toyota Land Cruiser 3p Frontal

Comparativa 4×4 entre antiguo y nuevo

Nos metemos una vez más en el Circuito 4×4 de Ocaña Raid Aventura para poner a prueba estos dos colosos del 4×4 y ver lo que dan de sí fuera del asfalto.

Nuestra primera prueba es el clásico camino roto, repleto de piedras sueltas en la primera subida. Comenzamos con el BJ40 y la verdad es que con la tracción 4×4 y la reductora engranadas el coche sube alegremente dando botes. Ni el más mínimo problema para superar el obstáculo.

En el Land Cruiser moderno todo transcurre igual, pero en medio de un silencio y una comodidad incomparablemente superiores, combinadas con el suave efecto del aire acondicionado. Apenas se percibe patinamiento o acción por parte del control de tracción, en un obstáculo que deja fuera de juego a muchos SUV.

El segundo obstáculo son los Dubbies, esa sucesión de profundos agujeros alternos que pone a prueba las cotas y la articulación de suspensiones. En este caso el BJ40 sorprende porque la suspensión de ballestas es capaz de lograr una gran articulación y recorre los hoyos llegando con las ruedas hasta el fondo, sin perder contacto ni tracción en ningún momento y sin que sea necesario ni siquiera pisar el acelerador o tomar el más mínimo impulso.

Toyota Land Cruiser Bj40 Frontal Parabrisas

Ver la galería completa en Diariomotor

En el turno del Land Cruiser moderno la facilidad también es pasmosa y obviamente no toca en ningún punto, pero curiosamente sí nos exige pisar un poco el acelerador en un punto, lo que demuestra que llega a tener dos ruedas en el aire durante demasiado tiempo. Pisando el acelerador, el control detracción nos permite avanzar sin ningún problema.

Por último, llevamos ambos coches a un obstáculo extremo, la batidora, en la que los cruces de puentes son salvajes y la pendiente es fuerte. Y es aquí donde el BJ encuentra su límite, ya que por tracción no es capaz de trepar sin inercia al descolgar dos ruedas opuestas a la vez. Sería necesario un bloqueo trasero para subir por aquí, cosa que el BJ40 no equipa.

Tal como estaba previsto, el Land Cruiser moderno sube fácilmente por la batidora, haciendo gala de un control de tracción espectacular que lo hace todo muy sencillo, y llega a la cima sin despeinarse. 50 años nos contemplan.

Toyota Land Cruiser Bj40 Vs Moderno

CONCLUSIONES

El Toyota Land Cruiser BJ40 fue el primer Toyota universal y el que creó la fama de durabilidad y calidad al principio de los tiempos de la marca. Es un coche clave y, en mi opinión, podría considerarse el coche más importante en la historia de Toyota desde ese punto de vista, aunque la historia de la marca está llena de hitos importantes.

A partir de aquí, nos hemos encontrado con un clásico delicioso que desborda personalidad y, aunque no puede hacer sombra a su bisnieto en ningún aspecto técnico (como mucho en dureza, a la luz de su edad) sí que se ha comportado como un auténtico coloso en nuestro circuito 4×4 y resulta infinitamente más atractivo y carismático que el moderno, con toda su electrónica.

¡Larga vida al Land Cruiser!

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