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Casi cinco metros de longitud y una gran capacidad para circular tanto por carretera como por fuera de ella. El Land Rover Range Rover Sport es un todoterreno que ofrece un gran equilibrio en su desenvoltura tanto en condiciones estándar como en conducción en terrenos extremos. Otras alternativas, como el BMW X5 o el Porsche Cayenne, pueden ser mejores para circular rápido por carretera, pero no tienen la capacidad de este Range Rover Sport para avanzar en vías complicadas.

Este modelo salió a la venta en 2013, pero Land Rover ha ido introduciendo progresivamente novedades. A finales de 2016 verá la luz un nuevo motor diésel, con una cilindrada de 2.0 litros y 240 caballos de potencia. Además, la compañía aumenta el listado de equipamiento disponible con nuevos sistemas, como el asistente de maniobras con remolque, el asistente de ángulo muerto, un programador de velocidad inteligente y el sistema Low Traction Launch, que inicia la marcha en superficies poco adherentes como barro, hierba mojada o hielo. También se incluye un nuevo sistema multimadia (llamado InControl Touch Pro), con pantalla de 10 pulgadas y mejor capacidad de conexión con teléfonos móviles inteligentes que su predecesor.

Hasta que salga este nuevo motor diésel (que tiene un consumo medio homologado de 6,2 litros cada 100 kilómetros), la versión más asequible es el también diésel de 258 caballos: tiene un precio de 70.300 euros. El precio es ligeramente superior al de competidores como el BMW X5, el Mercedes-Benz GLE y el Audi Q7 (comparativa).

Para finales de año habrá siete motores disponibles en la gama Range Rover Sport. Cuatro de ellos diésel (240, 258, 306 y 340 CV), dos de gasolina (510 y 550 CV) y un híbrido (diésel y eléctrico de 340 CV). Todos ellos incluyen el sistema Stop&Start y cambio automático de ocho relaciones.La versión más potente, el gasolina de 550 caballos (con 5.0 litros de cilindrada) pasa de 0 a 100 kilómetros por hora en 4,7 segundos, algo más lento que sus homólogos en las gamas de BMW X5 y Porsche Cayenne, aunque supera al BMW en velocidad punta.

El Range Rover Sport lleva un mando denominado Terrain Response 2, que facilita la conducción por campo. Se puede indicar sobre qué superficie se circula (general, hierba-gravilla-nieve, barrio-surcos, arena y rocas) y una centralita configura los ajustes adecuados en transmisión, tracción y motor para optimizar la conducción; también está el modo Auto, que detecta automáticamente el tipo de superficie.

Puede adquirirse con cinco niveles de equipamiento diferentes: S, SE, HSE, Autobiography y Autobiography Dynamic. Entre los elementos que pueden incluirse, además de los mencionados anteriormente, están la información proyectada en el parabrisas, la alerta por cambio involuntario de carril, el asistente de cambio de luces cortas y largas o reconocimiento de señales de tráfico.

Su interior transmite sensación de lujo y calidad. Pese a algunos elementos algo mejorables, como la respuesta del sistema multimedia, su apariencia y tacto es la de un todoterreno y un vehículo excelente. Los acabados llegan a ser incluso superiores a los de berlinas de lujo de precio similar y hasta superior, sus asientos son cómodos y espaciosos y tiene un maletero con 489 litros de capacidad.

El Range Rover Sport se diferencia del Range Rover convencional en diversos factores. La versión Sport es más pequeña, puede adquirirse con siete plazas, es más cómodo para viajar, menos ágil y con un precio superior. De hecho, Land Rover asegura que el 75% de las piezas de estas dos versiones son diferentes. Hay hasta 19 colores para la carrocería y tres para el techo, y las llantas pueden ser de 19 a 22 pulgadas.

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