Porsche cierra un triplete de ensueño en Qatar y logra la primera victoria para los LMDh

Contraprogramado por la Fórmula 1, sin tener en cuenta que ambos campeonatos comenzaban sus temporadas en el mismo día, en el mismo uso horario y prácticamente en la misma zona del mundo. El Campeonato del Mundo de Resistencia comenzaba este sábado por la mañana con los denominados como 1.812 kilómetros de Qatar, en un arranque que se ha parecido más bien poco a lo que vivimos la pasada temporada en el WEC 2023. Y es que finalmente los LMDh encontraron el escenario y la competitividad como para ser la referencia del Mundial de Resistencia.

Contraprogramado por la Fórmula 1, sin tener en cuenta que ambos campeonatos comenzaban sus temporadas en el mismo día, en el mismo uso horario y prácticamente en la misma zona del mundo. El Campeonato del Mundo de Resistencia comenzaba este sábado por la mañana con los denominados como 1.812 kilómetros de Qatar, en un arranque que se ha parecido más bien poco a lo que vivimos la pasada temporada en el WEC 2023.

Y es que finalmente los LMDh encontraron el escenario y la competitividad como para ser la referencia del Mundial de Resistencia. Porsche fue la gran dominadora de un fin de semana, especialmente de un sábado donde lo lograron todo, incluido un triplete entre los Hypercar y un triunfo en la recién estrenada categoría LMGT3 con uno de los 911 de Manthey. Lo cierto es que un resultado tan redondo no llegó hasta los compases finales, precisamente cuando el 963 LMDh de JOTA estaba defendiéndose en la tercera posición frente a uno de las dos unidades oficiales de los de Stuttgart.

Fue en ese momento cuando el Peugeot 9X8 LMH que ocupaba la segunda posición comenzó a circular a muy baja velocidad. Problemas con la bomba de combustible le estaban haciendo perder toda la ventaja y por tanto, la despedida del polémico prototipo de la competición desde el podio, el segundo que había logrado este coche sin alerón que al final ha llevado al departamento técnico de la firma del león a hacer una gran revisión de un modelo que sí debería ya entrar en batalla frente al resto de contendientes de la categoría.

Quedaban atrás las bromas a través de redes sociales de la firma francesa entre ellas aquellas que pedían a Ferrari si podían utilizar el alerón que se había desprendido a uno de sus 499P oficiales durante la carrera de hoy en Qatar, o los tweets interactuando con el CM del WEC en el que confirmaban que esta sería la última vez que se vería la OnBoard desde atrás con la imagen del 9X8 sin alerón. Cruel año y medio en competición para el LMH galo que espera ahora recuperar todo ese tiempo perdido después del intenso trabajo realizado por técnicos, ingenieros y pilotos.

Fue el colofón descorazonador a esta primera carrera de la temporada del WEC 2024 que dejó muchas imágenes y que coronó a Porsche como gran vencedora, concretamente a la unidad de Laurens Vanthoor, Kevin Estre y André Lotterer, pero que también tuvo varios perdedores. Si algo parecía claro es que, los ajustes realizados en los equilibrios entre la reglamentación LMDh y LMH, han salido ganando al menos de momento los prototipos del IMSA, ya que incluso Cadillac situó su coche en la cuarta posición al final de los 1.812 kilómetros.

No consiguieron el triunfo tampoco sin algo de dramatismo final en las filas de Porsche. Un último paso por boxes obligado añadió algo de incertidumbre. ¿El motivo? Ni una indisposición de un piloto, ni un problema técnico del coche, ni siquiera un cambio de ruedas o reabastecimiento programado. Porsche tuvo que cumplir el reglamento y entrar al pit-lane para poder situar una pegatina con el dorsal #6 después de que el panel del lado izquierdo que sujetaba al original se desprendiera tras un contacto con uno de los lentísimos Lexus de la clase GT3. Se cerraba así el periodo de más de siete años de la última victoria de Porsche en el WEC, concretamente remontándonos a la carrera de Austin de la temporada 2017.

Era el broche dorado a una actuación destacada, tomando el liderato desde mediada la segunda hora después de que uno de los Peugeot cediera la primera posición por un error de Nico Muller. Nada cambió de ahí al final, ni tan siquiera después de esa parada a falta de menos de quince minutos. El Porsche pilotado por Kevin Estre tenía en esos momentos un gran margen sobre el Peugeot perseguidor y el otro 963 oficial estaba tratando de dar caza a la unidad privada de JOTA.

Finalmente, el equipo de Callum Ilott, Will Stevens y Norman Nato consiguió aguantar todos los envites y además beneficiarse del problema en el Peugeot, el cual pasó de la segunda posición a la séptima cuando ya se estaban encarando los dos últimos giros programados para la carrera. El 963 número #5 de Campbell, Michael Christensen y Frederic Makoweicki, autor de la Pole Position, se quedó en este caso con el último cajón del podio por delante del Cadillac.

No fue ni mucho menos una carrera tranquila para el prototipo estadounidense, con formado por Alex Lynn, Sebastien Bourdais y Earl Bamber, ya que fue uno de los protagonistas en el incidente de la primera vuelta con el Peugeot #94 que terminó trompeando. Dolorosa jornada para los dos equipos que el año pasado se enfrentaron por rendimiento puro en gran parte de las carreras, Toyota GAZOO Racing y Ferrari, lejos ambos de la lucha por la victoria y con el doloroso final para los italianos que fue precisamente el coche de AF Corse, pilotado por Yifei Ye, Robert Kubica y Robert Shwartzman el que resultó mejor clasificado, quinto en su debut.

En el caso de los nipones, poco consuelo el sexto puesto para el GR010 con el dorsal #7 en el que Nyck de Vries se sumaba a Mike Conway y Kamui Kobayashi, sin ritmo en carrera, mientras que el #8 tuvo un mal arranque con Sébastien Buemi y tuvo mucho que remontar desde los primeros instantes. Miguel Molina, con sus compañeros, Nicklas Nielsen y Antonio Fuoco terminó por delante de ellos, octavo (a la espera si hay decisiones sobre el Peugeot que fue séptimo y se investigó por un procedimiento de regreso a boxes inadecuado).

Sorprendente arranque para el Alpine A424 LMDh que consiguió meterse noveno, mientras que la otra unidad tuvo algunos problemas más, incluido un encontronazo en uno de los stints de Mick Schumacher con un Ferrari de la categoría LMGT3 que llevó al alemán a la grava y a pasar muy cerca de las protecciones.

El nuevo BMW en asociación con WRT fue 12º, mientras que el otro Ferrari oficial dejó la imagen de la carrera al desprenderse todo el módulo trasero, con el alerón y el difusor, razón por la que se dejaría más de dos vueltas hasta que pudo regresar a carrera. Posteriormente nos dejó una imagen no tan pintoresca al llevar James Calado contra el muro al Porsche de Proton en una defensa de posición que fue muy antideportiva por parte del británico. Tampoco le fue mucho mejor al otro prototipo italiano, el de Lamborghini, que terminó 15º a cinco vueltas del líder y con una vuelta más rápida que era casi dos segundos y medio más lenta que la de los principales clasificados. Isotta Fraschini ni siquiera pudo completar la primera carrera de su LMH.

Un trompo de Alex Riberas complicó el triunfo de HoR:

En LMGT3, los aficionados españoles se quedaron a las puertas de celebrar la victoria de Alex Riberas (autor de un trompo cuando el equipo Heart of Racing era líder) en el Aston Martin Vantage GT3 que comparte con Ian James y Daniel Mancinelli, pero fue finalmente para el Porsche de Manthey con Klaus Bachler , Joel Sturm y Aliaksandr Malykhin tras una muy sólida carrera y tras encabezar el grupo prácticamente toda la duración de la carrera después de superar al Corvette autor de la pole position.

El último lugar en el podio fue para el otro Aston Martin de la estructura de D’station, los cuales fueron prácticamente eclipsados por el cuarto puesto que ha logrado en su estreno Valentino Rossi con el BMW M4 GT3 que comparte con Maxime Martin y Amhad Al Marthy. Décimo fue el Corvette en el que está encuadrado Dani Juncadella.


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