Conducir una moto tiene sin duda una serie de ventajas con respecto a la conducción de un coche. La agilidad con la que se puede circular incluso en atascos reduce significativamente el tiempo que usamos para conmutar. Sin embargo, cuando se trata de estacionar una moto, encontramos similitudes con aquellos.
En qué lugares podemos estacionar una moto
Puesto que tienen un tamaño bastante reducido y ocupan menos, es bastante frecuente estacionar una moto en lugares en los que realmente no se puede. Así, en prácticamente cualquier ciudad podemos encontrarnos con motos aparcadas sobre las aceras, junto a contenedores de basura y casi en cualquier hueco donde quepa.
Sin embargo, aunque esta estampa sea muy común, de acuerdo con la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, está prohibido estacionar una moto en las aceras y demás zonas destinadas al tránsito de los peatones. La razón resulta bastante evidente: al tratarse de un vehículo puede producirse un atropello.
En cualquier caso, si tenemos dudas sobre dónde estacionar una moto, nos conviene consultar la normativa municipal. Estas ordenanzas municipales son las encargadas de regular las paradas y el estacionamiento de los vehículos de dos ruedas.
Así, a pesar de que la ley lo prohíbe, puede estar permitido estacionar una moto en zonas de aceras y paseos que no entorpezcan a los peatones. Esta excepción se aplica por norma a las personas con discapacidad o cuando se transporta algún objeto de gran tamaño.
No hay, como vemos, una ley que sea común a todo el territorio español, pero sí se suele coincidir en que hay que estacionar la moto en los espacios que se reservan para ellas. No conviene, por tanto, correr demasiados riesgos. Siempre es mejor prevenir una multa que encontrarnos con ella tras una estacionamiento de pocos minutos un lugar de dudosa legalidad.
Algunos ejemplos de normativas para estacionar una moto
Como decíamos, cada ciudad tiene sus propios reglamentos. Así, por ejemplo, en el caso de Madrid, es posible estacionar una moto junto a la calzada. Pero, ¡ojo!, cuando no existan espacios reservados para ellas de forma específica. Pero, siempre y cuando sea una zona de estacionamiento y no se ocupen más de dos metros.
En cuando a estacionar una moto sobre la acera, el reglamento es bastante permisivo. Resulta posible mientras haya un espacio de tres metros mínimo para que transiten los viandantes. Quedan excluidas las plazas, las zonas de jardines y las calles o pasajes peatonales.
En Barcelona, otra de las principales ciudades del Estado, la normativa es bastante parecida. Así, cuando la acera mida más de tres metros podemos aparcar sobre ella, siempre que no haya sitio en la vía. Se colocarán cerca del bordillo y en una única hilera.
Podemos comprobar que la normativa sobre cómo estacionar una moto tiene cierta lógica. Basta con no dejarla en zonas de entradas y salidas de personas o vehículos, áreas de tránsito o donde pueda producirse un atropello o accidente con facilidad. Desde Mujeres Moteras recomendamos la precaución y el sentido común.
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