Probamos el nuevo RAV4 híbrido enchufable, el SUV superventas de Toyota

En la actualidad, uno de cada tres todocaminos compactos que se venden en España corresponden a este modelo . Lanzado en 1994, el RAV4 ha sido durante estos más de 25 años uno de los productos más exitosos de la marca y también de su segmento

En la actualidad, uno de cada tres todocaminos compactos que se venden en España corresponden a este modelo. Lanzado en 1994, el RAV4 ha sido durante estos más de 25 años uno de los productos más exitosos de la marca y también de su segmento.

Toyota añade ahora a la generación actual, la que vio la luz a finales de 2019, una nueva versión más ambiciosa con una motorización híbrida enchufable Plug-in de 306 CV y una autonomía en modo completamente eléctrico de 75 kilómetros que se pueden convertir en 98 cuando circulamos solo en recorridos urbanos.

Utiliza un motor de gasolina de 185 CV y dos eléctricos, uno en cada eje, más una batería de iones de litio con cuatro módulos y una capacidad de 18,1 kWh. La carga de esta última se puede realizar en dos horas y media, si utilizamos un poste rápido, mientras que en un enchufe doméstico esta operación nos llevaría algo más de 7 horas a través del cable del Tipo 2 que se ofrece de serie.

Con el fin de adaptarse a las más variadas condiciones de uso, este RAV4 Plug-in dispone de cuatro modos de funcionamiento para el sistema híbrido como el EV eléctrico, que es el predeterminado a la hora de ponernos en marcha, el híbrido HV, el automático EV/HV y el de carga. Además, el modelo japonés dispone de tres programas de conducción (Normal, Eco y Sport) para conseguir una conducción a la carta sin faltar un modo Trail que es ideal en el preciso momento de abandonar el asfalto y pasar a circular por caminos de tierra.

Capaz de pasar de 0 a 100 km/h en solo 6 segundos, sin duda una de las cosas que más nos ha llamado la atención en este modelo es su extraordinaria capacidad de aceleración con unas prestaciones en su conjunto que dan mucho de sí. De todos modos, estos coches hay que analizarlos desde el punto de vista de la eficiencia y aquí el RAV4 también da la cara. En nuestro recorrido de pruebas, alternando todo tipo de escenarios, pudimos registrar después de 90 kilómetros un consumo medio de 6,8 litros a los 100 km que no está nada mal.

En cuanto a su comportamiento, el todocaminos japonés se desenvuelve con bastante soltura gracias a su tracción total que le proporciona un gran equilibrio en el paso por curva lógicamente con las limitaciones a tener en cuenta por las proporciones de su carrocería y un mayor peso que en un coche convencional. Aún así, repetimos, nadie va a tener queja en este sentido añadiendo un gran confort de marcha en las condiciones de uso habituales.

Por lo que concierne a su estética, el Plug-in se diferencia de la versión híbrida por incluir una parrilla especifica, rodeada de un bisel cromado, un protector delantero diferente y una nueva gama de llantas que pueden ser de 18 o de 19 pulgadas dependiendo del acabado elegido.

De puertas hacía dentro, el ambiente también es muy parecido al de su hermano de gama. Cambia lógicamente el diseño del tablero de instrumentos, para incluir las informaciones correspondientes al sistema híbrido enchufable, y los tapizados de los asientos son diferentes. El maletero, por su parte, ofrece 520 litros de capacidad, 50 menos que en la versión híbrida debido a la presencia del nuevo sistema de hibridación.

Disponible en dos niveles de acabado, Advance y Style Plus, el equipamiento de base incluye llantas de 18 pulgadas, ópticas delantera del tipo LED, climatizador dual, pantalla central multifunción de 8 pulgadas (compatible con Apple CarPlay o Android Auto) o asientos delanteros calefactables. El Style Plus se distingue por las llantas de 19 pulgadas, el equipo de sonido JBL, la pantalla multifunción de 9 pulgadas con navegador o el Head-Up Display.

No falta tampoco un amplio paquete de asistentes de seguridad entre los que destacamos el control de crucero adaptativo, el reconocimiento de los vehículos que circulan por delante, el sistema de precolisión (que detecta a los peatones o la los ciclistas) o el cambio involuntario de carril integrados todos ellos en el paquete Toyota Safety Sense.

Por último sus precios, con los 3.000 euros de descuento que aplica la marca, van desde los 49.500 euros del acabado Advance hasta los 58.500 euros de la versión Style Plus sin incluir las ayudas del Plan Moves III que pueden alcanzar los 7.000 euros.


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