El pasado sábado por la noche tuvo lugar la cena navideña y de final de temporada de los espargarins en la discoteca Particular de Mataró.
Aunque hacÃa un frÃo que pelaba dentro se estaba a una temperatura agradable. Cenamos un, abundante y correcto, picapica mientras disfrutábamos de la compañÃa de los hermanos Espargaró.
Sortearon muchÃsimos regalos. Gorras, banderas, relojes, unas botas, unos guantes y el mono de esta temporada 2014 de Aleix Espargaró. Además, un mago nos sorprendió con unos buenos trucos de magia que nos dejaron boquiabiertos.
Al rato, con el estómago lleno, los regalos entregados y los trucos finalizados, arrancó la fiesta. Copas, risas y mucho baile mientras los dos mundialistas no paraban de hacerse fotos con los fans y atender, en la medida de lo posible, todas nuestras peticiones de atención.
Quizás por las referencias que tengo de otras fiestas con personas importantes, famosos o profesionales de alto nivel me esperaba algo mucho más distante, rÃgido e incluso formal. Sin embargo, fue una velada de lo más familiar. Tanto Pol como Aleix Espargaró fueron totalmente accesibles a todo el que quiso y nos hicieron sentir con si de una fiesta entre colegas se tratara.
¿Quién consigue sacar al sexto clasificado en MotoGP 2014 y capeón del mundo de moto2 en 2013 de una discoteca a las 03.30h de la mañana para que firme en una moto?
A unos 8 grados máximo que estábamos, Pol Espargaró, sin perder su sonrisa, firmó la moto de nuestra amiga Berta (apodada cariñosamente como Brillantitos) y nos dedicó varios minutos de su tiempo que aprovechó para recomendarnos no correr ni hacer el cabra con la moto.
Para un futuro, Brillantitos, te pedimos que tengas tu moto más limpia para que si algún piloto tiene que firmarla, no la limpie con la manga de su camisa.
A los hermanos, y en especial a Pol, gracias por mostrarnos que el éxito no siempre “agilipolla” a las personas y que se puede ser un número 1 sin dejar de ser amigable, simpático y amable.
