Con la tecnologÃa actual ya podemos decir que los videojuegos de coches están cerca de transmitir las sensaciones de una conducción real, pero ¿hasta dónde? Viagame lo ha querido constatar a través de un currado experimento. Básicamente han colocado una pantalla, un volante y un videojuego de coches de última generación en el asiento del pasajero de un Renault Megané RS Red Bull Edition y han subido a un jugón para comparar la conducción en el mismo escenario (el Circuito de Cataluña) y al mismo tiempo.
Después de ver el resultado en el que el jugón comete un fallo, se rehace y gana queda claro que jugar a los videojuegos todavÃa es más fácil que ir al lÃmite en un coche de verdad. Y es que por muy depurada que sea la experiencia virtual no hay nada como ponerse a los mandos de un coche real en un circuito y buscar tus propios lÃmites.
Aunque también es mucho más complicado y caro, claro.