Hasta el propio Marc Márquez dijo al acabar la carrera de Jerez que se habÃa aburrido un poco.
Quizás sea las pocas ganas con las que ya vemos el mundial con tanto lÃo de cadenas, retransmisiones y derechos. Quizás sea porque los que no hemos podido migrar a Movistar sólo vemos las carreras y nos olvidamos de los entrenamientos, las luchas por la pole, las vueltas rápidas de los pilotos en los últimos minutos… Quizás sea por la enorme superioridad de esa Honda de Mar Márquez a la que se le añade su talento innato.
No sé cuántos quizás podemos añadir, pero lo que si es cierto, es que la carrera de este domingo, al menos en la categorÃa reina, fue un rollo patatero (al menos para mi) desde la vuelta 26 (la carrera tuvo 27) momento en el que Marc Márquez adelantó a Rossi y se fue como un rayo él solito.
Tan solito estuvo toda la carrera que ni tan solo salió en pantalla, para gusto y regocijo de sus patrocinadores.
Nuestro niño lleva 4 carreras con 4 poles y 4 victorias y parece que la cosa no va a cambiar. Incluso ya se comentaba entre expertos (a los pocos que entrevistaron) que podÃa ganarlo todo. ¿Os imagináis?
Me encanta Marc y me divierto muchÃsimo cada vez que lo veo en pantalla, pero ¿queremos un mundial asÃ?
La frustración del resto de competidores ante esa superioridad y que, aún dando absolutamente todo lo que pueden, ni por asomo se acercan a los tiempos.
En fin, que si ya me dolÃa a los oÃdos (y me sigue doliendo) cada vez que oigo chorradas y gazapos del equipo Mediaset, ahora le tengo que añadir carreras soporÃferas y con un resultado sabido de antemano.
Quizás este sea un año de impasse para pasar a una era de mayor igualdad (como las otras categorÃas) y volver a ver carreras emocionantes donde los pilotos pelean por ganar. Mientras tanto, esperaremos pacientes viendo ganar a Baby Márquez.