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Hace unos días subieron esta foto en un grupo motero con el titular “Esto es una motera”.

La foto con su titular creó mucho revuelo, tanto que me llamó una amiga indignada. Muchos de los seguidores de ese grupo la tacharon de machista y sexista, mientras que muchos otros defendieron a ultranza la bondad de las palabras y la realidad de su significado.

Como mujer y como motera he decidido hacer mi propio análisis de la situación (después de darle muchas vueltas) y comentarlo con vosotros para que también podamos opinar aquí.

Creo sinceramente que el texto de la fotografía está bien y define lo que una gran parte del colectivo motero piensa y siente. Sin embargo, cuando le añadimos el titular (esto es una motera), la cosa parece ser que se distorsiona un poquito y duele a los oídos de algunas mujeres. Quizás el error resida en la elección de las palabras que han hecho.

Según el diccionario un piloto es aquel que dirige un vehículo (en este caso la moto), y un motero es un aficionado a las motos y todo lo relativo a ellas, por tanto, según el texto que lleva la foto se entiende que se trata de un piloto profesional que compite (pues dice literalmente “estar en cada una de tus carreras”), y según el titular, la novia es una motera y por tanto, sólo aficionada y no otra piloto que conduce su propia moto.

Si nosotros fuésemos pilotos profesionales, ¿no querríamos una pareja así? Yo sí.

Sin embargo, la realidad de hoy es más variopinta que solo pilotos profesionales y novias moteras. Existen pilotos no profesionales (todos los que conducimos nuestras motos), pilotos mujeres que compiten, pilotos mujeres que no compiten y van de paquete y otras y otros que solo son moteras/os (según la definición del diccionario).

De manera que afirmar que la novia de un piloto sólo es la que hace todas estas maravillas, es como afirmar que en los campos solo hay margaritas y no otros tipos de flores. ¿Margaritas hay en el campo? si. ¿Hay más flores? también.

¿Qué sería maravilloso?

Que las novias y novios de cada uno de nosotros fuesen aquellas y aquellos que nunca se cansasen de escucharnos hablar de nuestra pasión (la que sea). Los que hagan lo posible por estar en cada uno de nuestros retos (carreras, objetivos, metas) y que después de haberlos hecho nos muestren su apoyo, y por supuesto, que nos comprendan y que siempre estén a nuestro lado, al igual que nosotros al de ellos.

Pero poner todo esto en el texto de una foto o de un titular es un poco complicado y farragoso, así que como estoy convencida que la voluntad del grupo que la subió y del texto de la foto en sí, es justamente ésta que he puesto, creo que todos debemos interpretar las imágenes y los textos de forma abierta, incluyéndonos a nosotros mismos aunque no esté explícito en ellos.