Aunque sólo habÃa ganado 3 carreras hasta el pasado domingo, la regularidad del francés Sylvain Guintoli le habÃa colocado muy cerca de lograr un sueño. Ganar el mundial de Superbikes desbancando al mismÃsimo Tom Sykes, favorito en todas las quinielas para alzarse con el tÃtulo después de una temporada donde volvió a mandar con rotundidad en muchas de las pruebas.
Sin embargo llegó Qatar y allà cambiaron las cosas para ‘Supersikes’. La presión y la ambición de su compañero de equipo por lograr una victoria que finalmente no llegó (el año que viene abandonará este campeonato para disputar el de MotoGP) hicieron que ya en la primera manga de las dos que se disputaban las cosas comenzaran a ponerse cuesta arriba.
En la segunda, y con una Ãnfima ventaja, el actual número 1, Sykes, no podÃa disimular su nerviosismo minutos antes de la salida, buscando una concentración que no fue capaz de alcanzar. La otra cara de la moneda era la de  Guintoli, veterano con poca fortuna que veÃa cómo la suerte, esta vez sÃ, le podÃa sonreÃr.
Y asà fue. A pesar de que en la salida el de Kawasaki se puso primero y el galo arrancó quinto, la situación se tornó rápidamente y la Aprilia de Guintoli  se puso en cabeza. Un golpe de efecto para el actual campeón del mundo, que comenzó a acusar la rotundidad del piloto francés y llegó a perder dos posiciones.
La llegada a meta fue la explosión de alegrÃa en el box de Aprilia, donde le esperaban la emocionadÃsima esposa y los cuatro pequeños de Guintoli, que en el parque cerrado sonreÃan sin entender muy bien el por qué de tanta fiesta (dentro de unos años se darán cuenta de aquel momento histórico en la carrera de su padre). Sykes, cabizbajo, se comportó como un gentleman inglés. Saludo y felicitación efusiva en la pista al que fue un gran rival durante todo el año, a sabiendas de que en 2015 el dorsal 66 tendrá que regresar a su moto, después de llevar el 1 durante este 2014.
Un final, sin duda, que tuvo en vilo a todos los aficionados al motociclismo, que vivieron una de las luchas más espectaculares de los últimos tiempos y que guardarán en su memoria aquella histórica noche de Qatar.