Lamborghini Urus

En un principio se anunció que el Lamborghini Urus se podría fabricar en la planta del Grupo VW en Eslovaquia, llevándose fuera de Italia parte de laproducción de Lamborghini. Ante tal panorama, tanto desde un punto de vista del empleo como de imagen de país, Matteo Renzi, primer ministro italiano, se puso manos a la obra para intentar impedir la marcha de un icono como Lamborghini fuera de Italia, ofreciendo ventajas fiscales por un valor de unos 80 millones de euros. Ante tal sugerencia, parece que todo se ha acelerado a pasos agigantados.

Lamborghini ha calculado unas ventas potenciales de su SUV en unos 3.000 ejemplares al año (actualmente, toda la firma vende unos 2.500 coches al año) lo que significaría duplicar sus cifras de ventas, por lo que no tendrían que echar a la calle a los 500 trabajadores previstos. Especialmente en mercados como el chino, con unas carreteras no siempre en un estado óptimo, un coche como el Lamborghini Urus podría causar verdadero furor.

Hasta 2018 no lo veremos pisar el asfalto de las carreteras europeas. Sin embargo ya tenemos idea de cómo será, tanto estéticamente, como dinámicamente. Por fuera contará con esa imagen poderosa y agresiva típica de Lamborghini, al igual que por dentro, que a diferencia de otras veces, tendrá que contar con un espacio para cuatro ocupantes.

Bajo esa esbelta silueta el Urus contará con una poderosa mecánica V8 biturbo que debería proporcionar una potencia suficiente como para ser catalogado el SUV más rápido del mundo, desbancando al actual líder del segmento, el Bentley Bentayga. Aunque eso sí, el precio estará más o menos a la par, con un valor aproximado de 300.000 euros. A fin de cuentas, ¿quién se compra un Lamborghini para que lo conduzca una máquina?