Llegas con tu moto a un bar de carretera, aparcas, bajas y mientras te diriges a la mesa para desayunar o tomar algo miras con enorme discreción las ruedas traseras de las motos que hay aparcadas.
Oyes conversaciones de otras mesas donde otros moteros/as cuentan sus hazañas y aventuras.
Algunas son normales como las que podrÃamos contar tú y yo, pero siempre hay alguna donde el speaker alardea de sus artes de pilotaje, donde vacila de entrar cruzado en las curvas o de cómo va derrapando al llegar a final de recta.
Es en ese momento en el que la fuerza interior se dispara y nos lleva inevitablemente a hacer dos acciones. La primera y más importante, mirarle las rodillas al motero/a que está contando sus aventuras de piloto de motogp y comprobar si lleva las deslizaderas vÃrgenes o no, y la segunda a localizar su moto. Una mirada contundente a la rueda trasera para ver su perfil.
Palabra clave en el mundo motero: perfil.
Supuestamente (y no siempre es asÃ) cuanto mejor pilotaje tienes, más rápido sueles ir y más inclinas la moto en las curvas, con lo que agotas el perfil de tus ruedas (ya he dicho antes que no siempre es asÃ).
Pero ¿cuántas personas habéis conocido que alardean de ser los mejores de la carretera y llevan 3 dedos de perfil por cada lado?
Van contando sus aventuras, sus hazañas, sus adelantadas, lo buenos que son y la paliza que te van a dar en cuanto se arranquen las motos. Sin embargo, tú tienes en mente sus ruedas y sabes que técnicamente es imposible.
Da igual lo que digan, uno sólo necesita ver cómo se gastan las ruedas para saber qué motero es. Un motero de ciudad, novel, racing, flipao, dominguero o un motero experimentado y con buen pilotaje.
No hace falta dárselas de superpiloto. No es necesario. Lo importante es salir a disfrutar, da igual si sabemos mucho o poco, si vamos rápidos o despacio porque no está ahà la felicidad sino en pasar un buen rato con nuestra gente y nuestras motos.
gas:mujeresmoteras