Tras un año de transición, tras el salto de Moto2 a la categorÃa reina, Maverick Viñales se ha convertido en la nueva joya de la corona de MotoGP.
El piloto de Roses, ahora en Suzuki, se está convirtiendo en una de las piezas más codiciadas por los grandes equipos, que han visto en el joven corredor un talento por el que quieren apostar.
Y es que en su primer año, Viñales apenas hizo ruido, el justo para convertirse en ‘rookie’ del año en la categorÃa reina, algo que ya habÃa logrado en su debut en Moto2 y Moto3.
Pasó el invierno y llegaron los entrenamientos oficiales de pretemporada. Maverick se mostró fuerte, poderoso, rotundo… como en sus aplaudidos inicios. Y lo mejor de todo, volvió a ilusionar a los aficionados, un poco saturados ya del ‘bipartidismo’ de Yamaha y Honda.
Viñales habÃa encontrado la puesta a punto casi perfecta de su Suzuki (Aleix Espargaró sigue a un mundo) y volvÃa a codearse en las tablas de tiempos con los mejores de su grupo: Lorenzo, Márquez, Rossi, Iannone o Pedrosa.
Bien es cierto que no es lo mismo ser el más rápido a una vuelta que aguantar el ritmo toda una carrera. Y aunque en la de Qatar fue sexto, perdiendo tres posiciones con respecto  la clasificación del sábado, el ‘paddock’ y el público aplaudió a Maverick.
Aire fresco en una competición donde quizá ahora más que nunca se necesita una gran bolsa de oxÃgeno que descongestione el pútrido ambiente que se vive en los boxes y que no ha traspasado a la pista (todavÃa) después del desagradable incidente de Sepang.
Hasta Valentino Rossi fue a felicitarle después de la prueba de Losail. El italiano ‘tontea’ ahora con un corredor que seguramente también ha despertado en él sensaciones que antaño experimentó con otros, como Marc Márquez.
Viñales, de momento, se deja querer. Entretanto, y con el mercado de fichajes completamente abierto, ya hay quienes le sitúan en Yamaha en 2017 en el hipotético caso de que Lorenzo diera el salto a Ducati.
Pero está claro que Maverick volará antes o después de Suzuki. Su talento supera ampliamente las expectativas de la marca japonesa, a pesar de las mejoras que les han dado a sus pilotos en esta temporada.
Viñales nació para dejar huella en el motociclismo. Por el momento sólo tiene un tiene un tÃtulo, el de Moto3 en 2013, en su palmarés, avalado, eso sÃ, por 12 victorias en la categorÃa pequeña, donde además sumó 31 podios y 10 poles (igualando el récord que estaba en manos del gran Fausto Gresini), y por cuatro en Moto2.
El Mundial no ha hecho más que empezar. Quedan 17 pruebas por delante. Mucha tela por cortar, pero nadie duda que Maverick, con sólo 21 años,  tiene cogida la medida a esta categorÃa y que no tardará mucho en lograr el ‘patrón’ de triunfador de MotoGP. Tiempo al tiempo.
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