La larga tradición (74 años) de carrocerías familiares en Peugeot: de 1950 a 2024

Peugeot llegó casi por azar al mundo de las carrocerías familiares, que se han convertido en un elemento clave en su oferta comercial desde hace casi tres cuartos de siglo. El primer modelo de la marca lanzado después del la Segunda Guerra Mundial , el 203, llamó la atención por su estética, que tomaba muchos elementos de los automóviles americanos. Por aquella época, los Estados Unidos empezaban a explorar una modernización del concepto de Station Wagon (SW), unas versiones alargadas de sus automóviles que, desde 1910, llamaban la atención por su capacidad de carga y su carrocería de madera.

Peugeot llegó casi por azar al mundo de las carrocerías familiares, que se han convertido en un elemento clave en su oferta comercial desde hace casi tres cuartos de siglo. El primer modelo de la marca lanzado después del la Segunda Guerra Mundial, el 203, llamó la atención por su estética, que tomaba muchos elementos de los automóviles americanos. Por aquella época, los Estados Unidos empezaban a explorar una modernización del concepto de Station Wagon (SW), unas versiones alargadas de sus automóviles que, desde 1910, llamaban la atención por su capacidad de carga y su carrocería de madera.

El nacimimiento: década de los 50

En 1946, se introdujo el primer modelo de estas características en el mercado estadounidense con carrocería metálica. Los ingenieros y diseñadores de Peugeot tomaron nota y apostaron por lanzar una versión similar en el 203 en 1950, sin saber si habría una clientela para ese tipo de siluetas. De este modo nació el primer automóvil familiar moderno enteramente concebido y fabricado en Europa.

Con 4,58 metros de largo y 20 centímetros de batalla adicional respecto a la berlina lanzada el año anterior, el 203 Familiar demostró que la piscina a la que se habían lanzado a ciegas, tenía agua. Se fabricaron 61.000 unidades de esta versión entre 1950 y 1956, y entre sus principales ventajas se encontraban tres filas de asientos para acoger hasta 8 pasajeros y un práctico portón de apertura lateral para acceder al maletero. Con la misma carrocería, se puso a la venta una versión comercial, dotaba de suspensión con muelle de ballestas para adaptarse a cargas más pesadas.

Tras esta primera incursión, en 1957 llegó el 403 Familiar, que ofrecía espacio para nueve personas en tres filas de asientos y seguía la receta del 203 con un motor mejorado de 1.5 litros y 58 CV, lo que le permitía alcanzar los 125 km/h de velocidad máxima. En octubre de 1959 llegaría la motorización diésel.

Década de los 60

Ya en la década de los 60, la firma francesa lanzaba en el 63 el 404 Familiar, que mantenía las tres filas de asientos y presentaba una gama de motores con dos gasolina de 72 CV y 85 CV, y dos diésel, de 55 CV y 68 CV. Tres años después, el León presentaba el 204 Break, versión de mayor capacidad.

Los 70

La década de los 70 comenzó para Peugeot en 1971, año de lanzamiento de los 504 Break y Familiale, que llamaron la atención por su enorme tamaño para los estándares del mercado español de aquella época. Diseñado por Pininfarina, estaba disponible en dos versiones: Break, con dos filas de asientos y Familiale, con 3 filas. También en 1971, llegaría a Francia el 304 Break, una evolución del 204 más larga y con una estética más moderna.

Los años 80

En los años 80 aterrizaría en el mercado el 305 Break. Apenas comercializado en España, presentó, en primicia para la marca, una banqueta trasera partida para aumentar su polivalencia. El 505 Break, que comenzó su trayectoria comercial en 1982, pasó a la historia por varios motivos. Fue el último modelo del León de propulsión trasera y también supuso el final de la opción ‘familiar’ y su tercera fila de asientos, pero también se convirtió en el primer Break de Peugeot en contar con motor turbodiésel y también el pionero en ofrecer tracción 4×4 a través de Dangel.

Su sucesor, el 405 Break (1988) incorporó una suspensión hidroneumática en sus versiones 4×4. Fue la única vez que el León recurrió a esta tecnología en uno de sus modelos. Con el 306 Break (1997), un modelo que se fabrico en Madrid durante toda su vida comercial, la firma francesa volvía a tener una doble oferta en este segmento.

Llega el cambio de siglo

El siglo XXI llegó con cambios importantes para las nomenclaturas. Los Breaks de los años 80 y 90 pasarían a identificarse bajo las siglas SW, acrónimo de Station Wagon, toda una vuelta a los orígenes de una silueta a la que estaban plantando cara los monovolúmenes y los primeros SUV. El 307 SW (2002) se convirtió en todo un éxito de ventas. Aprovechó su mayor altura al suelo y sus 4,40 metros de longitud para ofrecer un techo de cristal panorámico como gran primicia, además de la posibilidad de contar con 7 asientos en 3 filas.

El mismo año, llegó a la calles el 206 SW, el primer break de la marca en el segmento B. Con apenas 4 metros de largo, se diferenciaba de la berlina por su mayor longitud, una suspensión trasera específica y unas puertas traseras con los tiradores ocultos en los montantes. El sucesor del 206, el 207 SW (2006) compitió en el apogeo de los breaks del segmento B, ya incorporó en Europa el acabado campero Outdoor… y fue reemplazado en la gama por la primera generación del 2008.

En categorías superiores, el 407 SW (2004) fue la primera versión familiar en ser diseñada como un automóvil aparte y no como el derivado de una berlina, con rasgos como una luneta trasera que se prolongaba hacia los laterales por el diseño peculiar de los montantes. Estrenó una innovadora suspensión con paralelogramo deformable y fue pionero entre los familiares del León en equipar un motor de más de cuatro cilindros, concretamente un V6.

2010 y en adelante

Ya en 2011, el 508 SW I planteaba un nuevo lenguaje de diseño e introducía la tecnología híbrida, combinada con el diésel, en su versión todocamino RXH, que ofrecía tracción total y 200 CV. La segunda generación del 308 SW llegó en 2014.

Y de toda esta historia es de la que beben modelos actuales como el 308 SW, que no solo continúa ejemplificando la apuesta de la marca por las carrocerías familiares, sino que además también se adentra en la movilidad electrificada con su nueva versión 100% eléctrica con 156 CV de potencia y una autonomía WLTP de 413 kilómetros. Dispone además de un maletero de hasta 608 litros de capacidad, una cifra destacable en un automóvil de 4,6 metros de largo y 1,8 de ancho. Por su parte, el nuevo 508 SW completa su gama PHEV con el nuevo motor Plug-In Hybrid 180, que se suma al Plug-In Hybrid 360 con tracción total reservada para la versión PSE, así como al Plug-in Hybrid 225, todos estos con etiqueta medioambiental Cero de la DGT.

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Grandes maleteros y bajos consumos: así son los 4 coches más amplios que menos gastan y menos cuestan

Si tienes familia y grandes necesidades de espacio, pero un presupuesto bastante limitado para comprar y mantener un coche nuevo, necesitarás estudiar el mercado en profundidad para averiguar cuáles son las opciones más lógicas o racionales con base en unos requerimientos algo complejos. Esto es así porque, normalmente, cuanto más amplio es un vehículo, más dinero cuesta.

Si tienes familia y grandes necesidades de espacio, pero un presupuesto bastante limitado para comprar y mantener un coche nuevo, necesitarás estudiar el mercado en profundidad para averiguar cuáles son las opciones más lógicas o racionales con base en unos requerimientos algo complejos. Esto es así porque, normalmente, cuanto más amplio es un vehículo, más dinero cuesta. Con todo, en Diariomotor hemos realizado esa pesquisa por ti y hemos encontrado cuatro alternativas que tienen en común 5 plazas, un maletero enorme, un motor frugal y un coste de adquisición contenido. Además, la tracción siempre es delantera y la transmisión automática.

Los siguientes modelos se caracterizan por mantenerse al margen de la moda SUV, contar con una excelente relación entre calidad, equipamiento y precio, disponer de propulsores diésel con etiqueta C que consumen menos de 5 l/100 km y tener un espacio destinado al almacenamiento de equipaje superior a los 600 l. Huelga decir que, en 2023, no existen los “coches baratos” y menos si nos referimos a la categoría de los compactos familiares, pero ten por seguro que decantándote por uno de estos automóviles tendrás la sensación de que obtienes muchas ventajas con relación a lo que pagas, incluso un mejor comportamiento dinámico respecto al de un todocamino.

Peugeot 308 Sw 2021 Comercializacion Precios 16 Interior Maletero Peugeot 308 Sw 2021 Comercializacion Precios 16 Interior Maletero

SEAT León Sportstourer

La variante de carrocería familiar del SEAT León, conocida como León ST, no es popular a pesar de estar fundamentada en uno de los productos más demandados del nuestro mercado durante décadas. Mide 4,64 m de largo y cuenta con 620 l de capacidad para el maletero. Probablemente sea el peor acabado de los cuatro vehículos que sugerimos en este artículo, pero también es el más barato a igualdad de concepto, prestaciones y equipamiento. En combinación del motor 2.0 TDI con 115 CV, que homologa 4,3 l/100 km, este coche vale un mínimo de 30.780 €.

SEAT León ST

8.0

Etiqueta ambiental ECO Etiqueta ambiental C
CO2

Potencia 110-150 CV

Consumo 3.9-5.6 l/100Km

Maletero 620 l

SEAT León ST
25.220 € Ahorra 3.100 €

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Skoda Octavia Combi

El Skoda Octavia Combi es, en esencia, un Octavia con dos volúmenes, pero no más largo. La “pequeña” berlina con la que comparte plataforma MQB (también empleada por el León ST anterior y el Golf Variant que veremos más adelante) declara la misma longitud: 4,69 m. Pese a ser el automóvil más grande de todos los que indicamos aquí, su maletero se queda en 600 l exactos. Eso sí, su calidad es superior, al menos, que la del SEAT. Si se configura con el ya citado propulsor 2.0 TDI de 115 CV, el cual consume una media de 4,3 l/100 km, se puede comprar por 32.750 €.

Skoda Octavia Combi

7.6

Etiqueta ambiental ECO Etiqueta ambiental C
CO2

Potencia 110-245 CV

Consumo 4.2-6.9 l/100Km

Maletero 640 l

Skoda Octavia Combi
27.500 € Ahorra 4.650 €

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Peugeot 308 SW

El Peugeot 308 largo se denomina comercialmente 308 SW. Sus 4,64 m de longitud le permiten alojar una distancia entre ejes superior a la del compacto convencional, lo que se traduce en más espacio para las plazas traseras. Por su parte, el maletero ofrece 608 l de capacidad neta hasta la bandeja, mucho más que cualquier SUV equivalente. Tanto su manejo como su dotación tecnológica son similares a sus alternativas en el Grupo Volkswagen, pero su diseño es, sin duda, el más atrevido y rompedor. Con el motor 1.5 BlueHDi de 130 CV, que gasta 4,9 l/100 km, puede ser tuyo por 33.150 €.

Peugeot 308 SW

7.4

Etiqueta ambiental C Etiqueta ambiental zero
CO2

Potencia 130-225 CV

Consumo 1.1-5.7 l/100Km

Maletero 608 l

Peugeot 308 SW
24.800 € Ahorra 4.200 €

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Volkswagen Golf Variant

La referencia europea entre los familiares deriva del que también es (o ha sido) el producto estrella en el Viejo Continente durante muchos lustros. Hablamos del Volkswagen Golf Variant, que con 4,63 m de longitud, supera en casi 35 cm al Golf compacto. Ese tamaño extra se ve repercutido sobre una cabina más grande y un maletero con 611 l, lo cual son 231 más que en su homólogo corto. De serie, lleva todo lo que el cliente medio espera en términos de multimedia, seguridad activa y confort. Piden por él 35.050 € si se escoge el 2.0 TDI de 115 CV con 4,3 l/100 km.

Volkswagen Golf Variant

7.7

Etiqueta ambiental ECO Etiqueta ambiental C
CO2

Potencia 110-320 CV

Consumo 4.3-7.9 l/100Km

Maletero 611 l

Volkswagen Golf Variant
30.853 € Ahorra 2.667 €

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Conducimos el nuevo Peugeot 308 SW, un modelo familiar con lo mejor de un compacto

Los familiares compactos son un éxito en Europa, pero no tanto en España, aunque sus ventas mantienen cierta estabilidad en los últimos años. La razón de ello, una vez más, la encontramos en la eclosión de los SUV, que al igual que sucede con las berlinas “tapan” las bondades de unos coches que son prácticos y desde luego más confortables y eficientes. En el caso del Peugeot 308 SW, además es un coche realmente atractivo, ya que sigue la pauta de diseño de la actualizada variante compacta y lo une a una parte trasera de estilo familiar que combina a la perfección.

Los familiares compactos son un éxito en Europa, pero no tanto en España, aunque sus ventas mantienen cierta estabilidad en los últimos años. La razón de ello, una vez más, la encontramos en la eclosión de los SUV, que al igual que sucede con las berlinas “tapan” las bondades de unos coches que son prácticos y desde luego más confortables y eficientes.

En el caso del Peugeot 308 SW, además es un coche realmente atractivo, ya que sigue la pauta de diseño de la actualizada variante compacta y lo une a una parte trasera de estilo familiar que combina a la perfección.

La carrocería Station Wagon del 308 es casi 27 cm más larga que la de cinco puertas y la distancia entre ejes crece en 5,5 cm. Esto se traduce en un mayor espacio general que se reparte principalmente en las plazas traseras y en el maletero, como veremos.

Estéticamente, la parte delantera no presenta grandes diferencias con respecto al compacto, de modo que luce la misma parrilla con el nuevo logotipo de Peugeot en el centro y las luces LED tomando la particular y agresiva forma de “colmillos”.

Todo el conjunto tiene una silueta musculosa que afecta también a los laterales en toda su superficie, y el perfil presenta una inclinación trasera que lo hace más deportivo y aerodinámico.

La zaga, con el gran portón como protagonista, sí marca diferencias con respecto al cinco puertas al carecer de la banda negra que une las atractivas y modulares luces LED.

En el interior, la parte delantera es igual que la del compacto, con el i-Cockpit de tercera generación más orientado al conductor y con las características ya conocidas: volante pequeño, cuadro de mandos elevado y sistema multimedia de 10 pulgadas en la consola central.

Por detrás se notan más diferencias, porque la mayor batalla provee a las plazas traseras de un mayor espacio disponible, como hemos comprobado personalmente en la presentación a la prensa. El maletero de las versiones térmicas ofrece 608 litros en su configuración estándar, y el suelo de este se puede poner en dos alturas. Los 308 SW híbridos no tienen esta posibilidad y, por la presencia de la batería, recortan su espacio hasta unos igualmente aprovechables 548 litros. El acceso al maletero se hace mediante un portón que puede estar motorizado, lo que hace más cómoda su apertura.

Una oferta multitecnológica

La gama mecánica del este 308 familiar es bastante variada. En gasolina hay dos motores PureTech a elegir, uno de 110 y otro de 130 caballos, y en diésel hay una interesante opción BlueHDi también de 130 caballos. Excepto la variante de acceso, el resto se puede combinar con una caja de cambios automática de 8 velocidades, algo que recomendamos por su eficiencia y comodidad.

Con un cada vez mayor peso de la electrificación en la gama global de Peugeot, la marca propone para el 308 SW dos mecánicas híbridas enchufables de gasolina, una de 180 caballos y otra de 225, las cuales ofrecen hasta 60 km de autonomía eléctrica. Ello prácticamente cubre la media de kilómetros que se hacen a diario, además de proveer a este modelo de la etiqueta Cero de la DGT con sus ventajas fiscales, de aparcamiento y de movilidad.

Al volante del 308 SW, la posición de conducción es baja, cómoda y ergonómica, pero hay que jugar con la altura del volante para que no tape la instrumentación digital. Esta es configurable y las variantes GT Line y GT lo tienen disponible con efecto 3D.

En el centro del salpicadero se ubica la pantalla táctil multimedia de 10 pulgadas y alta definición. El manejo es bastante sencillo, muy parecido al de un smartphone o tableta actual por la posibilidad de agrupar funciones al gusto, y además responde con fluidez.

Bajo la pantalla está la práctica banda digital E-Toogle, unas “ventanas digitales” que se pueden configurar como acceso directo a funciones del sistema de entretenimiento o a algunas específicas como la llamada a un teléfono habitual o una dirección en el navegador.

En la toma de contacto con el 308 SW, tanto la versión híbrida enchufable como la diésel en acabado GT Line probadas mostraron un comportamiento equilibrado tanto en autovía como en carreteras nacionales, con una suspensión firme pero confortable. Las mecánicas son más que solventes por potencia, y el mayor peso de la variante híbrida queda más que compensado por sus 180 o 225 caballos. La capacidad dinámica no dista mucho de la del compacto, y por ello se disfruta mucho al volante.

Por su parte, y como es habitual en los híbridos enchufables, el modo eléctrico “anula” el motor térmico para conducir con suavidad y silencio durante unos cuantos kilómetros, sobre todo en zonas urbanas, con el consiguiente ahorro de combustible.

Desde 24.950 euros

La gama del Peugeot 308 SW está estructurada en torno a los acabados Active Pack, Allure, Allure Pack, GT y GT Pack, cada uno con un escalonamiento de equipamiento que justifica un precio que arranca en los 24.950 euros en el caso de las variantes térmicas y en 35.480 en el de las híbridas enchufables (con ayudas del Plan Moves III). No obstante, si se financia con cuotas, Peugeot ha igualado las de las versiones térmicas e híbridas y se pueden adquirir por 255 euros al mes.

El equipamiento es otro de los aspectos destacados de este modelo en tanto que las opciones son muchas, pero ya de base contempla elementos como las llantas de 16 o 17 pulgadas, climatizador bizona, pantalla multimedia de 10 pulgadas, sensor trasero de aparcamiento, reconocimiento de señales de tráfico y control y control de carril, por citar algunos.

A partir de ahí se pueden añadir, por ejemplo, faros Full LED matriciales, llantas de hasta 18 pulgadas, navegación conectada, cargador inalámbrico, conexión Bluetooth con dos dispositivos móviles, cuadro digital en 3D o el pack Drive Assist 2.0 con cambio de carril semiautomático, adaptador de velocidad en curva, control de crucero adaptativo con función Stop and Go y la ayuda al mantenimiento de carril.

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Nos ponemos al volante del nuevo 308, el compacto con el que Peugeot se pone a otro nivel

Después de verlo y tocarlo en la presentación estática en mayo, teníamos muchas ganas de poder sentarnos al volante y, desde luego, no nos ha defraudado. Han sido pocos kilómetros, pero suficientes para darnos cuenta de lo mucho que ha cambiado este modelo a todos los niveles. Hablamos de la versión de carrocería de cinco puertas, ya que la recién anunciada SW familiar llegará un poco más adelante

Después de verlo y tocarlo en la presentación estática en mayo, teníamos muchas ganas de poder sentarnos al volante y, desde luego, no nos ha defraudado. Han sido pocos kilómetros, pero suficientes para darnos cuenta de lo mucho que ha cambiado este modelo a todos los niveles. Hablamos de la versión de carrocería de cinco puertas, ya que la recién anunciada SW familiar llegará un poco más adelante.

A pesar del crecimiento en el mercado de los modelos tipo SUV, el segmento C de los compactos sigue siendo muy importante, ya que aglutina el 15% de las ventas. Para Peugeot es un segmento estratégico fundamental, en el que el 308 ha estado siempre en la cúspide y se han vendido más de 1.300.000 unidades, que se dice pronto.

Con el nuevo 308, la tercera generación, se pretende mantener esta línea de éxito, y recursos no le faltarán, visto lo visto. Y tan clave es este modelo para Peugeot, que ha sido elegido para portar el nuevo escudo de la marca, el que representa un cambio de etapa, los cual se puede aplicar a todo el coche.

Solo de un vistazo se nota lo mucho que ha cambiado, empezando por la parrilla con el lustroso y gran logotipo de la cara del león en el centro, y por supuesto las luces LED y los “colmillos” que identifican a los Peugeot más modernos. Todo el coche tiene unas formas musculadas, mucho más que antes, y la zaga destaca por un diseño limpio y ancho en el que sobresale el alerón integrado y las originales ópticas, también de LED, unidas por una franja oscura.

El tamaño importa

La longitud ha crecido 11 centímetros respecto al 308 precedente, una diferencia sensible que se siente en el interior gracias a los 5,5 cm más que tiene de distancia entre ejes, mientras que la altura se ha reducido en 2 centímetros.

Por dentro el esquema sigue fiel al concepto ergonómico y funcional del i-Cockpit, pero también sufre una profunda actualización que probablemente se extenderá poco a poco a toda la gama. Con una muy buena calidad de materiales, al menos en los acabados altos, la digitalización aumenta con el cuadro de instrumentos digital, disponible con un efecto 3D al que hay que acostumbrarse, y una pantalla central de infoentretenimiento de 10 pulgadas cuya interfaz ha mejorado, es más rápida y se asemeja mucho en el manejo a un smartphone. Además, como novedad admite actualizaciones inalámbricas “over the air”.

Bajo la pantalla, excepto en el acabado básico, aparece una franja dividida en pequeñas pantallas táctiles, que Peugeot denomina i-Toggles, que se pueden personalizar con funciones o acciones de uso habitual, pero además de eso en la parte inferior hay una serie de mandos “físicos” para entrar directamente en la configuración del vehículo y en el sistema de climatización. Para sacar jugo a todo ello hay que dedicarle un tiempo y aprendizaje, pero a la larga merece la pena.

En cuanto al resto del habitáculo, la mayor distancia entre ejes se ha trasladado a las plazas traseras, y desde luego se hace notar en el espacio para las piernas atrás, lo que agradecerán las personas altas. Por su parte, el maletero tiene unos interesantes 412 litros de capacidad, que en el caso de las versiones híbridas se recortan hasta los 361 litros.

Dos opciones híbridas con etiqueta Cero

La oferta del nuevo Peugeot 308 tiene como novedad fundamental la incorporación de dos mecánicas híbridas enchufables de gasolina con etiqueta Cero, una con 180 y otra con 225 caballos de potencia total, siempre con cambio automático de ocho velocidades. Además de eficiencia y unas prestaciones importantes, estos modelos pueden alcanzar los 60 kilómetros de autonomía eléctrica, lo que prácticamente asegura un uso diario sin emisiones. En un punto de recarga de 7,4 kW, con el cable tipo 2 que lleva el 308 híbrido de serie, la energía de la batería –de 12,4 kW de capacidad– se recupera en solo una hora y 40 minutos, mientras que en un enchufe doméstico el proceso se completa en poco más de 7 horas.

El resto opciones en cuanto a mecánica son dos motores gasolina PureTech de 110 y 130 caballos y uno diésel BlueHDi también de 130 caballos, los más potentes a elegir con cambio manual o automático EAT8.

Buenas sensaciones

Nosotros hemos tomado contacto con la versión híbrida más potente. La posición para conducir es muy cómoda, pero el volante compacto, según la altura del asiento o de la persona, sigue tapando ligeramente el cuadro de mandos. Por lo demás todo está muy a mano y muchas funcionalidades se pueden activar por voz, lo que resulta bastante útil en marcha.

Por lo demás, a falta de un test más profundo, hemos percibido una alta calidad al rodar, con un chasis bien asentado y un motor de 225 CV que reacciona de manera muy viva cuando se demanda potencia, sobre todo con el programa Sport. En zonas urbanas, solo con la energía eléctrica, el silencio acompaña y conducir así es siempre una experiencia muy agradable.

El nuevo 308 ya está a la venta desde hace unas semanas, pero las primeras entregas a los clientes están previstas para febrero con un precio de partida, con descuentos y financiación, de 20.500 euros. También se ha anunciado el lanzamiento y venta de la versión familiar SW –de la que hablaremos en su momento–, que llegará en primavera y costará 900 euros más que su homólogo de 5 puertas.

Equipado a la útima

La nueva generación del compacto francés se puede elegir con los acabados Active Pack, Allure, Allure Pack, GT y GT Pack, estas últimas de talante claramente deportivo por los detalles del exterior y del interior.

No obstante, ya desde la versión de acceso el equipamiento es sumamente interesante, con elementos como luces LED, llantas de 16 pulgadas, arranque sin llave, volante de cuero, cuadro digital y sistema de infoentretenimiento de 10 pulgadas, conexión inalámbrica con dispositivos móviles, climatizador bizona, freno de mano eléctrico, ayuda al estacionamiento trasero o alerta activa de cambio involuntario de carril.

A partir de ahí, la lista es enorme y variada, destacando en el siempre importante apartado de ayudas a la conducción recursos mejorados como el sistema de vigilancia de ángulo muerto de largo alcance (hasta 75 metros), alerta de tráfico trasero, la cámara de 360º en alta resolución o las luces LED matriciales autoadaptativas.

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