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Al volante del nuevo Mercedes C 220 d, la berlina alemana con la que el diésel se reivindica

Si hace diez años estuviéramos hablando de una berlina con motor diésel, entraría dentro de lo normal, pero hoy el panorama automovilístico ha cambiado mucho por el auge de los SUV y los vehículos híbridos o eléctricos. No obstante, la antes mencionada combinación sigue teniendo su espacio y su valor, sobre todo porque también se ha abierto a la electrificación.

Además, los diésel de hoy son mucho menos contaminantes que los de hace una década y las berlinas son bastante más cómodas y eficientes que los todocaminos. Pero el público es soberano y el mercado manda, lo que ha dejado a las berlinas en un injusto segundo plano en relación a la estética, capacidad dinámica y confort que aportan.

La sexta generación del Clase C se presentó el año pasado, y en nuestra pequeña toma de contacto comprobamos lo bien que le sienta la “madurez” a esta berlina de tamaño medio. Una madurez que no está en absoluto reñida con el dinamismo, y eso Mercedes lo ha plasmado magistralmente en la imagen del modelo, más juvenil y llamativa que nunca.

Para dar carácter a su producto, la marca de la estrella ofrece de inicio dos acabados y paquetes “temáticos” de equipamiento a elegir, el más tradicional Avantgarde y el deportivo AMG Line, que es el que hemos tenido entre manos.

Con este acabado, el frontal presenta una parrilla “diamantada” gracias a elementos cromados, y son específicos los paragolpes y faldones, más aerodinámicos, como también las llantas de 18 pulgadas (19 de forma opcional, como las de la unidad probada).

Por dentro, claro, también hay detalles deportivos, caso del volante, los asientos, pedales en acero inoxidable o los difusores de aire en color cromo, todo lo cual se combina con materiales de alta calidad tanto a la vista como al tacto.

Pero sin duda lo que más destaca son las interfaces digitales, con una pantalla horizontal de 12,3” pulgadas para el cuadro de mandos y una vertical y táctil, de 11,9 pulgadas para el sistema MBUX de segunda generación, el verdadero centro funcional del coche.

En cuanto al espacio disponible, con casi 4,8 metros de longitud y 2,7 de distancia entre ejes, la amplitud no es un problema en ninguna de las plazas. El maletero, por su parte, tiene unos muy aprovechables 455 litros de capacidad.

Mecánica microhíbrida

En el nuevo Clase C, el motor diésel de cuatro cilindros y dos litros que impulsa al 220 d ofrece unos sensacionales 200 caballos de potencia y está asistido por un sistema de 48 voltios, es decir, que es un coche de hibridación ligera y obtiene la etiqueta Eco de la DGT. Esto hace que esta versión esté exenta del impuesto de matriculación y le provee de descuentos a la hora de aparcar en zonas reguladas, además de no tener limitación de acceso al centro de grandes núcleos urbanos.

El cambio es, como única opción, automático de 9 velocidades, lo que entre otras cosas permite al Clase C rodar en marchas largas para consumir menos, pero eso ya depende del tipo de conducción.

Al volante de este Mercedes impera absolutamente el confort. La posición de conducción es baja y ello da mayor sensación deportividad, algo que no será del agrado de quienes valoran la altura a la que se conduce en un SUV.

Antes de emprender la marcha toca familiarizarse con los recursos digitales. El cuadro de mandos tiene diferentes interfaces y se configura mediante unos mandos táctiles capacitivos en el volante que nos parecen, al menos hasta estar muy habituados, excesivamente sensibles y poco precisos. También desde el volante se puede gestionar el sistema multimedia, pero es más operativo hacerlo de manera táctil, sobre todo porque ofrece muy buena respuesta y la visualización es perfecta por al tamaño de la pantalla. Con el coche en movimiento, la mejor opción es apoyarse en los comandos por voz.

Conducción de altísimo nivel

Como buen Mercedes, la palanca del cambio automático sale de la columna de la dirección y está cerca del volante, pero este también dispone de levas para, si se desea, gestionar manualmente los cambios de marcha.

En parado y a bajas velocidades el sonido que llega al interior es mínimo, dado el gran nivel de aislamiento de este coche, y en carretera es todavía menos perceptible a regímenes bajos e incluso medios.

El motor diésel, con los mencionados 200 caballos de potencia, tiene un empuje fabuloso gracias a sus 440 Nm de par desde apenas 2.000 rpm, y ello se traduce en muy buena aceleración y recuperaciones.

Este Mercedes C 220 d cuenta con cuatro modos de conducción: Eco, Confort, Sport e Individual, y como es habitual en los más deportivos se nota una respuesta mucho más viva del motor y el cambio. Si a ello se une la dirección directa y el ajuste más firme de la amortiguación, además de la suspensión regulable de este modelo, el aplomo del coche es magnífico por mucho que se retuerza la carretera, y todo ello sin dejar de lado el confort propio de una berlina de la marca de la estrella.

Pero si en algo destaca esta variante diésel, y lo hace en gran medida, es en el consumo. Durante nuestra prueba, con más de 750 kilómetros recorridos, el gasto medio fue de 5,8 litros a los 100 km, pero en carretera mantuvimos prolongadamente niveles cercanos a los 5 litros. Con el depósito de 66 litros disponible, ello se traduce en autonomías que pueden ser sensiblemente superiores a los 1.000 kilómetros. En ello también tiene que ver la microhibridación, que con el sistema de 48 voltios permite sacar jugo a la conducción por inercia y además aporta más par y potencia (hasta 20 CV) cuando se necesitan prestaciones.

Precio a la altura

El Mercedes C 220 d, que es la versión más demandada de la gama, tiene un precio base de 47.163 euros. Obviamente, está a la altura del coche y la marca, aunque con un equipamiento que tiene lo necesario y esperado, pero es mejorable. Y aquí es donde entra en juego el poder adquisitivo del comprador, porque la factura puede aumentar exponencialmente con los paquetes disponibles y los elementos opcionales.

El pack AMG Line estándar cuesta 3.146 euros y dota al Clase C de características exteriores e interiores deportivas que son interesantes, pero se puede llegar al nivel AMG Line Premium Plus para, por 6.031 euros más, tener una lista enorme equipamiento como es el caso de la unidad probada, como por ejemplo el techo panorámico practicable, asientos con regulación eléctrica y memoria, navegación con realidad aumentada, climatización de cuatro zonas o Head Up Display, entre otros muchos elementos.

FICHA TÉCNICA

Motor: diésel.

Potencia (kW/CV): 147/200.

Cambio: automático, de 9 velocidades.

Largo (mm): 4.151.

Ancho (mm): 1.820.

Alto (mm): 1.437.

Maletero (litros): 455.

Velocidad máxima (km/h): 245.

De 0 a 100 km/h (seg.): 7,3.

Consumo medio (l/100 km): 5.

Emisiones CO2 (gr/km): 150.

Precio (euros): desde 47.163 euros.


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