Moteras pioneras en el mundo

¡Hagamos un repaso de las moteras pioneras en el mundo del motociclismo! Y es que nos gusta hacernos eco de todos los avances que logran hacer nuestras mujeres moteras de hoy en día para hacer visible su lugar en el mundo del motociclismo.

¡Hagamos un repaso de las moteras pioneras en el mundo del motociclismo! Y es que nos gusta hacernos eco de todos los avances que logran hacer nuestras mujeres moteras de hoy en día para hacer visible su lugar en el mundo del motociclismo. Pero lo que quizás muchos no saben es que éste no es un sector en el que las mujeres se hayan introducido muy recientemente. Que va. Las moteras existen prácticamente desde que una empresa británica decidiera probar qué pasaba si le ponía un motor a una bicicleta.

Sally Halterman y la lucha por obtener el carnet de moto

Mientras en 1900, Anne French conseguía ser la primera mujer con permiso de conducir automóviles; las moteras pioneras tendrían que esperar 37 años a obtener ese reconocimiento. Fue gracias a la tenacidad de Sally Halterman, quien antes tuvo que vérselas con todo tipo de problemas y excusas para poder lograrlo.

Llevaba casi diez años conduciendo sin permiso – como las otras moteras pioneras norteamericanas- cuando decidió que era el momento de pasarse a la legalidad, y de visibilizarse tanto a sí misma como todas las demás. Las excusas que le intentaron poner fueron de lo más variopintas (que si era muy joven, que si pesaba muy poco, que si no podría cargar con la moto…) e, incluso cuando pasó con creces los tests teóricos, se negaban a que hiciera la prueba práctica. Tuvo que acudir en compañía de un abogado para que el examinador al final accediera y, tras afirmar que conducía tan bien como un hombre, le concediera el permiso de conducir.

Las hermanas Debenham y su columna de motociclismo

Corría el año 1927 cuando aparecía la publicación Cars and Motor – Cycles y, en ella, Nancy y Betty Debenham tenían su propia columna, de gran relevancia en la época. Apasionadas ambas del mundo de las motos, comentaban en uno de sus artículos: «La motocicleta se está haciendo cada vez más popular entre las mujeres, pero hay todavía muchas almas tímidas que dudan en dar el primer paso hacia la libertad. Esto es más triste si tenemos en cuenta que ninguna chica que haya conocido las alegrías de la motocicleta ha renunciado voluntariamente a ella».

En plenos años veinte y treinta, las hermanas participaban en pruebas de motociclismo y escribían y publicaban artículos. Todo ello, sin perder ni un ápice de su feminidad pues, por ejemplo, explicaban como cogían las motos para ir a recoger prímulas con las que decorar su hogar.

Moteras pioneras: Bessie Stringfield, la Reina de las motos de Miami

La historia Bessie Stringfield es una de superación de muros, pues no solo luchó contra la barrera del género sino también contra la de la raza. En 1929, y con solo 19 añitos, se convirtió en la primera mujer de color que viajó solo en moto por Estados Unidos. El suyo, fue además el primer recorrido por los 48 estados realizado por una mujer. Es importante tener en cuenta que estamos hablando de una mujer negra rodando sola por las carreteras de un país que, por entonces, tenía una segregación racial completamente institucionalizada.

Por si eso no fuera poco, durante la Segunda Guerra Mundial trabajó como correo motorizado civil para el ejército. Fue la única mujer de su unidad.

Luego, por los años 50, se trasladó a Miami y fundó el Iron Horse Motorcycle Club. Allí fue cuando se labró el apodo de «la Reina de las Motos de Miami».

Dot Robinson, la Primera Dama del motociclismo

Podría decirse que Dorothy Robinson estaba destinada a las motos desde que nació. Su padre, tenía un taller de motocicletas, así que Dot pasó su infancia y adolescencia rodeada de neumáticos y manillares. No es de extrañar, pues, que con dieciocho años consiguiera su primer premio en una prueba de resistencia y, a los veintiocho, fuera la primera mujer ganadora de una prueba de la American Motorcycle Association.

Pero, por si algo es mundialmente conocida Dot Robinson es por ser «la Primera Dama del motociclismo», apodo conseguido por su trabajo en pos de visibilizar a las moteras. ¿Y cómo lo hizo? Pues fundando en 1940 las Motor Maids, el primer club de mujeres motociclistas.

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