Nueve meses después del terrible accidente sufrido durante el Gran Premio de Japón de 2014, el piloto francés de Marussia Jules Bianchi ha muerto esta madrugada en  el hospital universitario de Niza, su ciudad natal.
Ha sido la familia quien a través de un comunicado, ha informado de que “su batalla por la vida llegó al finalâ€. Bianchi, de 25 años, llevaba en coma nueve meses. La noticia ha sacudido al mundo del deporte, incluso sabiendo que su situación era muy difÃcil y desde el primer momento las posibilidades de recuperación eran mÃnimas.
Una prometedora carrera truncada
Bianchi debutó en la alta competición en el año 2007, con solo 18 años. Primero corrió en Francia en la Formula Renault para pasar luego a la Formula 3 y otras categorÃas en las que logró demostrar su talento como piloto y atraer la atencion de Ferrari.
AsÃ, en 2011 el francés se incorporó a la Ferrari Drive Academy como futura promesa siendo cedido después a Force India en calidad de piloto de pruebas. Su debut en la F1 fue sin embargo en el GP de Australia de 2013 de la mano de Marussia.
Todos los expertos de la F1 coinciden en que la carrera de Jules Bianchi se encontraba en franca prgresión cuando sucedió el accidente.
El accidente
El 5 de octubre de 2014 llovió a mares en el circuito japonés de Suzuka. La acumulación de agua y el mal estado de la pista marcaron el desarrollo de la carrera.
En la vuelta número 46 el monoplaza de Bianchi perdió el control y acabó impactando violentamente contra una grúa que estaba retirando el Sauber de Adrian Sutil, que minutos antes habÃa chocado contra la barerra de neumáticos situada en la curva 7.
Los comisarios habÃan desplegado dobles banderas amarillas para advertir al resto de los pilotos de la entrada de la grúa en la pista, pero eso no bastó para evitar la colisión del monoplaza de Bianchi, que hubo de ser sacado de su coche, trasladado de inmediato al centro médico del circuito y más tarde en ambulancia al Hospital general de Mie. Allàfue operado de graves lesiones en la cabeza. Desde noviembre se encontraba en coma en el hospital de Niza.
FÃsicamente no existe ningún coche: los monoplazas llevan incorporado este sistema que permite trasladar con carácter inmediato a los pilotos la orden de reducir la velocidad cuando ondea la bandera amarilla. Se trata más bien de una orden que reciben los pilotos para reducir la velocidad a una indicación especÃfica que puede ser incluso hasta un tercio de la velocidad normal por vuelta.
