Este mes hemos conocido dos noticias importantes para los conductores españoles: la DGT anuncia por un lado que va a duplicar los controles de velocidad mientras que por otro informa de que en solo unos meses los temidos radares de Tráfico serán visibles aunque igualmente implacables, sospechamos.
No es nuestra intención animar a nadie a cometer ningún tipo de delito ni acto violento, al contrario, aunque sà es nuestro deber avisar a la señora MarÃa SeguÃ, directora general de Tráfico, del riesgo que corren sus radares fuera de sus escondites desde los que hasta hoy cazaban a los vehÃculos que circulan a una velocidad superior a la permitida. Me refiero a casos como estos, que podrÃamos englobar dentro de la categorÃa “furia contra el radarâ€:
Casos de radares destrozados
Una noticia de La Vanguardia del 26 de octubre de 2003 decÃa: “Detenido por destrozar a mazazos un radar fijo en la A-2 en Cerveraâ€. En ella se explica cómo el aparato tenÃa la puerta metálica arrancada, los cristales rotos y los aparatos electrónicos golpeados. ¿Un conductor cabreado? Seguramente. Y mucho, si tenemos en cuenta que los agentes descubrieron que incluso lo habÃa rociado con gasolina para prenderle fuego.
Otro caso llamativo es el del radar de tráfico que se ubicó en el verano de 2007 en la autopista A-7 a la altura de la localidad almeriense de El Ejido y que fue destrozado varias veces. Nunca se logró averiguar quien lo hizo aunque probablemente el nombre del culpable figure en la larga lista de “vÃctimas†de su cámara delatora.
Menos suerte tuvo el vecino de Málaga que en mazo de 2009 la emprendió a garrotazos con un radar fijo situado en la calle PacÃfico de la ciudad andaluza. La broma le salió por 1.000 € de multa. HabrÃa que preguntarle si valió la pena. Otro conductor furioso, en este caso en la localidad catalana de Port de Suert, optó por las armas de fuego para dejar fuera de combate al radar que le amargaba la vida, al que ajustició con tres disparos de escopeta. También fue identificado y la sanción fue abultada… ¡Casi 40.000 euros!
Estos son solo algunos casos de una lista larguÃsima de actos de violencia contra estos dispositivos de control de tráfico, demasiado larga para reproducirla aquÃ.
Pero los actos de vandalismo contar los radares de tráfico no son asunto exclusivo de los viscerales conductores españoles de sangre caliente. En Francia por ejemplo llegó incluso a haber un grupo organizado dedicado a retirar del servicio a los radares más recalcitrantes de la red viaria. Se hacÃan llamar Frente Nacional Anti Radar (FNAR), eran de ideologÃa anarquista y entre los años 2007 y 2008 llegaron a acumular un palmarés delictivo considerable.