Esto empieza a ir rodado
Tercera jornada de Discovery More y ahora sà que sÃ. El primer dÃa vino arropado por las precipitaciones propias de los inicios, en el segundo nos arrolló el tren de los veraneantes, pero a la tercera sà que ha ido la vencida… Pedazo domingo de moto, más de 450 kilómetros entre Alicante, al nivel del mar, y Granada, a los pies de la majestuosa Sierra Nevada. Disfrutando cada minuto, cada kilómetro, lo que ha tocado de autovÃa, de secundarias e incluso un tramo de Harleycross por un caminito de cabras (un despiste lo sufre cualquier, sobre todo cuando no se hace caso al navegador). La Street Glide y yo nos hemos enamorado, somos pareja de hecho (un idilio pasajero, en casa me espera la mÃa de verdad), asà que ahora parece que empieza lo mejor, todo fluye con naturalidad y soy consciente (distracciones superadas) de cuánto me gusta rodar en Harley y de la suerte que tengo con este viaje…
El dÃa ha empezado muy agradable con la visita al concesionario oficial de la marca de Milwaukee en Alicante, donde nos esperaba su gerente, Juan Luis, y muchos miembros de su Chapter que salÃan de ruta dominical. Hemos pasado un rato muy divertido con ellos, se han interesado por el comportamiento de la Street Glide y por los detalles de Discover More, como no podÃa ser de otro modo entre grandes viajeros como ellos (muchos estaban recién llegados de una concentración en Croacia). Tras la foto para el recuerdo, nosotros rumbo a Murcia y ellos a pasar una estupenda mañana con la hermandad tan especial que se vive en los capÃtulos del HOG.
Hemos arrancado adelantando kilómetros por autovÃa, porque el dÃa era largo y querÃamos evitar las complicaciones de tráfico que ya sufrimos el sábado. Poco más allá de Murcia he empezado a buscar vÃas secundarias y hemos descubierto algunos lugares muy peculiares, con ese entorno desértico propio de la zona y carreteras que, de repente, dejaban de serlo, asà que habÃa que ir con cierta atención. Es increÃble lo que puede dar de sà un paÃs como España para hacer turismo, especialmente en moto, porque apenas un par de horas después he tenido que abrocharme bien la chaqueta de cuero: el erial ha dejado paso a zonas boscosas a más de 1.3000 metros de altitud.
Y de remate, la llegada a la majestuosa Granada… Es fácil entender que Boabdil llorase al perder un enclave único, mágico, rebosante de encanto y que deslumbra con sus atractivos. Creo que a mis acompañantes guiris les debe de haber gustado tanto el recorrido hasta aquà como los rincones excepcionales que luce la ciudad. Y eso que aún les queda descubrirla cuando caiga el sol. Menos mal que mañana volvemos a tener etapa corta (aunque intentaremos que sea un poco más larga) para llegar hasta Marbella. Espero que me dejen entrar en sus glamurosas calles con los pelos que llevo y mi barba de una semana… ¡Feliz semana a todos!
gas: retrovisor